EN UNA VILLA PONTEVEDRESA
Todos los 29 de julio los vecinos de una pequeña localidad gallega, Santa Marta de Ribarterme tienen una cita con la religión y la espiritualidad. Cada uno de ellos se mete en un ataúd y en procesión piden por sus seres queridos.
La Fiestas en honor a Santa Marta se han convertido en un espectáculo que atrae a vecinos y a foráneos, incluso el diario británico The Guardian ha reparado en ellas y las ha calificado como las más raras del mundo.