GALERÍA DE IMÁGENES
Un estornudo se convierte para un perro en casi un terremoto que sacude su cuerpo entero. Después de beber agua menean la cabeza con tanta fuerza que las gotas viajan distancias inesperadas. Tras un efusivo achuchón sus caderas se mueven al ritmo del chachachá. Este gesto que para sus dueños suele resultar gracioso y curioso es característico de todas las razas de perro. Con una buena sacudida alejan todos los fantasmas.
La fotógrafa Carli Davidson ha centrado su último trabajo, 'Shake', en este movimiento. 18 Imágenes en las que diferentes perros se sacuden desfigurando con ternura su rostro.