DESDE UN ZEPELÍN
Amplitud y altitud de miras. Así se ven las cosas, la vida, las calles a 300 metros del suelo. Son fotos artísticas aunque su objetivo es otro. No están tomadas desde un helicóptero o una avioneta. Las ha recogido un zepelín con una cámara incorporada.
Al verlo pasar, la reacción habitual es mirar hacia el cielo. Incluso los agentes de la policía nacional y sus caballos se sorprenden. Es un zepelín relleno de helio, con una cámara incorporada que se maneja por control remoto.
El carrete, la bobina, el anzuelo, la cámara... y el objetivo: capturar de forma rápida imágenes únicas. Sus enemigos son los afilados obstáculos, la lluvia, el viento y aunque no lo parezca las gamberradas de algunos vecinos.
Instituciones y particulares lo contratan especialmente para el seguimiento de obras o con el objetivo de tener una visión única, como la de estos paneles solares.