TEMPORADA ALTA PARA LA GASTRONOMÍA
Comienza la época más bulliciosa de los fogones. Las cocinas no descansan en diciembre. "Estos días podemos llegar a ofrecer hasta cuatrocientos servicios al día. Es una locura. Funcionamos como un equipo de Fórmula 1: seis horas de preparación para dos horas de carrera frenética", dice Francisco Alcázar, cocinero.
El cliente no entiende de agobios ni prisas, sólo de calidad. ‘Y es en estos momentos cuando un restaurante se la juega. Se puede perder mucho por un mal plato’, dice Francisco.
Días en los que un restaurante puede aumentar su clientela en un 60%, algo que hace imprescindible una reserva. "En cierta ocasión se nos presentaron varios autobuses con 100 japoneses querían comer. Al final los acoplamos y vaya si comieron", dice David Oter, propietario de un restaurante.
Calidad, buen servicio y no aprovechar las fechas para incrementar los precios: fórmula segura de éxito culinario.