IMPULSOR DE LA REVOLUCIÓN DE LA VANGUARDIA GASTRONÓMICA MUNDIAL

Ferran Adrià, de friegaplatos a jefe del restaurante más famoso del mundo

"Creatividad es no copiar" es la máxima que ha guiado siempre su carrera y desde que asumió esta filosofía como propia, la cocina de vanguardia mundial ha sufrido una auténtica revolución liderada por un diminuto restaurante en Cala Montjoi, en Roses, Girona, y apoyada por una generación irrepetible de chefs españoles que han consolidado a España como líder gastronómico mundial.

EL chef Ferran Adrià, considerado por muchos como el mejor cocinero de la historia, ha cerrado hoy su restaurante El Bulli, que ha dirigido durante los últimos 27 años.

Adrià nació en Hospitalet de Llobregat, Barcelona, el 14 de mayo de 1962 en el seno de una familia de clase media y en un entorno que él mismo ha calificado siempre como absolutamente "normal".

Su primer contacto con la hostelería fue en la adolescencia. Tras su negativa a seguir estudiando, en 1980 aceptó un trabajo de friegaplatos en el Hotel Playafels de Castelldefels, en Barcelona, con el único objetivo de poder costearse un viaje a la isla de Ibiza.

Alternaba sus horas de trabajo con una pasión, el fútbol, pero tras darse cuenta de que no podría prosperar en este deporte, empezó a dedicar más energía y pasión al mundo de la cocina, en el que se introdujo de la mano de un libro que llegó a aprender casi de memoria, "El Práctico", debido al empeño de su jefe en el hotel donde trabajaba.

Una vez conocidas todas las bases de la cocina tradicional, algo que él siempre ha considerado básico para ser capaz de crear platos nuevos, Adrià hizo el servicio militar y después fue recomendado para hacer unas prácticas en El Bulli.

El cocinero entró posteriormente en la plantilla del El Bulli como jefe de partida y desde allí, guiado por las circunstancias de falta de personal, a las que se sumaba su talento, se convirtió en tan solo un año en jefe de cocina del restaurante más famoso del mundo en la actualidad.

En el Bulli se empezó a fraguar una incipiente revolución en gastronomía, que comenzó con un acercamiento a lo autóctono y al Mediterráneo de los platos heredados de la alta cocina francesa y que le supuso al restaurante la recuperación definitiva de su segunda estrella Michelin.

Acompañado en el restaurante por su hermano Albert Adrià desde 1984, que se encargó de la pastelería de El Bulli hasta 2008, Ferran fue evolucionando y avanzando en técnica y precisión a la hora de crear nuevos platos.

Como culminación de esta etapa, el primer libro de El Bulli "El Sabor del Mediterráneo", que dio paso a innovadoras técnicas y conceptos en la Alta Cocina: nuevas texturas, como las gelatinas o las espumas, la reconocida deconstrucción y más adelante los aires, la "sferificación" y los primeros coqueteos entre ciencia y cocina.

La lista de sus premios y distinciones es casi infinita, pero en ellos destacan el Premio Nacional de Gastronomía al Mejor Jefe de Cocina en 1992, el Grand Prix de l'Art de la Cuisine de la Academia Internacional de Gastronomía (1994), la Cruz de Sant Jordi de la Generalitat de Cataluña (2002), el exclusivo Lucky Strike Award de diseño (2006) y el de Mejor chef de la década, otorgado en 2010 por la revista Restaurant.

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