Día Mundial de la Felicidad
Felicidad, qué bonito nombre tienes. Hoy festejamos su día y te contamos tdos los motivos que llevaron a la ONU a establecer el 20 de marzo como Día Internacional de la Felicidad.
Cada 20 de marzo se celebra el Día Mundial de la Felicidad. Con esta efeméride tan especial se busca darle el reconocimiento que se merece a este estado que todo ser humano debería alcanzar, ya que es de vital importancia en la vida de todos y cada uno de nosotros. En palabras de la RAE, la felicidad es un estado de grata satisfacción espiritual y física.
El Día Internacional de la Felicidad no es una celebración nueva de este 2022 sino que se lleva festejando desde el año 2013. Estamos hablando de uno de esos días especiales que la ONU establece para sensibilizar a la población general y a los gobiernos de los diferentes países sobre la importancia de determinados temas relacionados con el bienestar, la salud o los derechos de los ciudadanos.
En la resolución 66/281 de 2012 de la Asamblea General de la ONU se decretó que a partir del año siguiente el 20 de marzo sería el Día Mundial de la Felicidad. El objetivo principal que se perseguía con este decreto es buscar darle la importancia que se merece a la felicidad, ya que se trata de una aspiración universal de todas las personas y por ello debe ser incluida en las políticas de los gobiernos.
El origen del Día Internacional de la Felicidad
Todos queremos ser felices. Es una aspiración básica de todo ser humano. Pero hay en algunos sitios en los que se toman la felicidad tan en serio que es una aspiración común de todos sus ciudadanos y en la que los gobernantes toman parte. Estamos hablando de Bután. Considerado el último gran reino del Himalaya, fue el país que animó a la ONU a establecer el Día Mundial de la Felicidad.
En este país asiático, desde la década de 1970, se reconoce la importancia que tiene la felicidad con un indicador llamado Felicidad Nacional Bruta que tiene más prioridad que el Producto Nacional Bruto. Este concepto fue creado por el rey de Bután Jigme Singye Wangchuck, pensando en anteponer antes que nada la felicidad de sus súbditos y consiguió que ahora se conozca a su reino como el país de la felicidad. Para analizar este nivel se tienen en cuenta nueve parámetros: el bienestar psicológico, el uso del tiempo, la vitalidad de la comunidad, la cultura, la salud, la educación, la diversidad medioambiental, el nivel de vida y el gobierno.
El camino tomado por Bután para conseguir la felicidad de sus habitantes estableció un camino que debería ser tomado muy en cuenta, especialmente hoy, en este Día Internacional de la Felicidad buscando que el crecimiento económico sea más inclusivo, sostenible y equilibrado para conseguir así que la felicidad sea cosa de todos alrededor del mundo.