DESDE LA ANTIGÜEDAD HASTA NUESTRO DÍA
El maquillaje entendido como la práctica de decorar la piel o el cuerpo para obtener un buen aspecto es algo que se lleva haciendo desde civilizaciones tempranas. Entonces, eran los hombres los que más se pintaban como simbolismo para comunicar desde estados de ánimo hasta su papel en la sociedad.
Sin embargo, según fue avanzando la historia, el maquillaje fue dejando de lado a los hombres y consiguió evolucionar hasta los distintos usos que conocemos en la actualidad gracias a las mujeres.
Antiguo Egipto
Para los egipcios, la belleza residía en una piel muy bronceada y unos grandes ojos delineados con forma de pez sobre una sombra de ojos oscura, cejas bien perfiladas y labios pigmentados con tonos tierra.
Antigua Grecia
Exaltación de le belleza natural en la mujer. El maquillaje era disimulado aunque importante para las griegas que tenían especial fijación por lucir entrecejo - algo impensable para la moda de hoy - que conseguían con pelo de animales.
Imperio Gupta en la India
Con la llegada de la dinastía de los Gupta, que unificó política y económicamente gran parte de la India, el hinduismo comenzó a calar hondo en el pueblo indio que comenzó a organizarse socialmente en un régimen de castas (varna). Por otra parte, las artes, la filosofía, la arquitectura, la literatura, la música y la danza comenzaron a cultivarse intensamente. El maquillaje representaba a unas mujeres coquetas a las que les gustaba remarcar el contorno de sus ojos con pigmentos negros, decorar sus cabellos con flores naturales y resaltar sus labios con tonos rojizos.
Época isabelina
Cuanto más blanca era la tez, más hermosa te veías, por lo que cubrirse el rostro con polvos de talco era algo imprescindible. El contraste de color lo daba el rojo en los labios. Por otro lado, la frente prominente y el pelo rizado eran señas características de la época, así como unas cejas muy finas o depiladas totalmente para hacer aún más larga la frente.
Geishas japonesas
El maquillaje en las geishas era una parte fundamental para resaltar sus rasgos con un punto de insinuación. Por ello, se cubrían de blanco zonas como la cara, las manos, el pecho y el cuello, dejando por la zona de éste una zona sin cubrir formando una 'W' para insinuar esa zona. Tanto labios como ojos y cejas eran dibujados a su antojo sobre un lienzo blanco de maquillaje, creando formas sensuales.
Pre-Revolución francesa
La obsesión por el maquillaje en esta época era reflejo de la extravagancia y la sofisticación de esta época en las cortes. Los rostros pálidos, espolvoreados con talco, resaltaban por pómulos rosáceos y por alguna marca de belleza - como lunares - pintada artificialmente.
Ëpoca victoriona
Las mujeres de esta época tenían gran predilección por aparecer con un aspecto enfermizo. La piel limpia era el secreto de belleza. Lucir con los ojos y las mejillas coloreadas estaba mal visto, por lo que a falta de coloretes, se pellizcaban la piel para que la sangre pigmentara los pómulos.
Los 60'
El siglo XX trae consigo la llegada de la industria de la cosmética y con ella un abanico de posibilidades para el maquillaje de las mujeres, que vio en los años 60' una explosión de color e imaginación.