Sevilla
Estepa acaba de encender sus hornos para elaborar los mantecados y polvorones que compartiremos esta Navidad. El pueblo sevillano se remanga para producir 15 millones de kilos de este dulce navideño.
Se acaban de encender los hornos. En la despensa de España, la de nuestras navidades, ya huele a ajonjolí y a canela. El pueblo de Estepa, en Sevilla, elabora los mantecados y polvorones que cuando llegan las fiestas ponemos sobre la mesa, la cuna de estos dulces, referente nacional e internacional, ya está a pleno rendimiento para que este invierno podamos compartir en familia sus delicias.
De esta localidad sevillana de 12.000 habitantes saldrán este año 15 millones de kilos de mantecados. En su industria trabajan de forma directa 2.000 personas, el 85% de ellas, son mujeres. Y a esto se une toda la industria complementaria que necesitan para funcionar: etiquetado, empresas de artes gráficas, transporte, talleres mecánicos… En Estepa hay 21 fábricas, en su mayoría empresas familiares, que son motor de impulso y empleo en toda la zona.
La fama de sus productos no es casual: es fruto de su historia, tradición y artesanía. Llevan el reconocimiento de la Unión Europea de Indicación Geográfica Protegida que garantiza el cumplimiento de importantes requisitos de calidad.
La ciudad del Mantecado y del Polvorón se convierte además en un lugar de visita imprescindible desde los meses de octubre a diciembre, semanas en las que la mayoría de sus fábricas ofrecen puertas abiertas, talleres familiares de elaboración de dulces, museos… y todo suma para el desarrollo económico, turístico y cultural de esta localidad que se enorgullece de su patrimonio gastronómico y que lleva el nombre de Estepa a todos los hogares, y no sólo españoles, ya que el 15% de su producción se exporta a todos los continentes del mundo. ¿Es posible encontrar polvorón y mantecado de Estepa en Shanghái o en Detroit? Pues si.
Este año, además, intentarán tener otro motivo de orgullo: los empresarios del sector cuentan que van a intentar no repercutir en sus productos la subida del precio del aceite de oliva y del azúcar, dos materias primas fundamentales en sus recetas. “Esta Navidad, nadie sin mantecado ni polvorón en su mesa”. Fiestas más dulces, si, pero más caras, no.