OTORGADO POR LA EDITORIAL PLANETA

El escritor Rafel Nadal recibe el premio Ramon Llull por su novela 'El hijo del italiano'

El escritor y periodista catalán ha recibido el galardón mejor dotado de las letras catalanas. El presidente del Grupo Planeta y Atresmedia, José Creuheras, ha sido el anfitrión de esta velada literaria.

El escritor y periodista Rafel Nadal Ferreras ha recibido el premio Ramon Llull -otorgado por la editorial Planeta- por su novela 'El hijo del italiano'.

El presidente del Grupo Planeta y Atresmedia, José Creuheras, ha sido el anfitrión de la velada literaria del galardón mejor dotado de las letras catalanas.

Convertido en uno de los novelistas catalanes más leídos desde su debut en 2012 con 'Quan érem feliços', Rafel Nadal desarrolla en su nuevo título, 'El hijo del italiano', ganador del Premio Ramon Llull 2019, una épica historia de posguerra con marineros italianos, familias rotas y superaciones personales.

En una entrevista, el autor gerundense reconoce que pensaba que para sus relatos ya había agotado "la guerra y la posguerra, aunque permiten llevar a los personajes muy al límite", pero en un club de lectura en Caldes de Malavella (Girona), donde presentaba 'La maledicció dels Palmisano', surgió la posibilidad de tirar de un hilo que tenía que ver con la deflagración del acorazado 'Roma'.

De aquel terrible naufragio, con 1.300 marineros muertos y un millar de supervivientes, le llamó la atención que esos hombres acabaran recalando en el pequeño pueblo de Caldes de Malavella, con apenas 2.500 habitantes y entre enero y julio de 1944 cambiaran su faz en muchos sentidos, tanto a nivel comunitario como a nivel individual, puesto que muchos de sus habitantes acabaron relacionándose con ellos. A juicio de Nadal, "la posguerra española nos la han explicado muy mal, es mucho más dura de lo que nos han dicho, y eso en la vida cotidiana es donde más demostrado queda, con los perdedores de la contienda civil prisioneros de un régimen arbitrario que te podía echar de un trabajo por no ser suficientemente adepto o por renegar un día ante una situación determinada".

En su nueva novela, de la mano de Mateu, hijo de la casa más pobre de Caldes, muestra el día a día de la población en los primeros meses de 1944, pero también las consecuencias de aquellos días en el futuro de unas cuantas familias. El lector que se enfrente a estas páginas conocerá que "existe una identidad individual, pero también otra colectiva y que puede ser múltiple: local, catalana, española y europea". "En un lugar como Caldes se concentró toda la historia europea, la época más convulsa del siglo XX desfiló por el pueblo", defiende el escritor, después de pisar el terreno durante meses, de consultar documentos y, especialmente, de conversar con quienes vivieron aquellos días de forma directa.

El prosista rememora que nada más iniciarse la Guerra Civil, en 1936, en los balnearios de la población recalaron refugiados republicanos, niños aragoneses y vascos, se trataron heridos de guerra en la sede de Vichy Catalán, convertido por el presidente Lluís Companys en hospital militar, en el que acabaron falleciendo una cincuentena de personas, "algunas de ellas todavía enterrados en una fosa común".

Posteriormente, llegaron al lugar entre 1.000 y 2.000 judíos, "todos con mucha formación" y en 1944, el millar de italianos. Al acabar la II Guerra Mundial también pasaron por allí algunos nazis, "pero esto ya no forma parte de esta novela". "En muy pocos años -prosigue Rafel Nadal- en un pueblo como Caldes de Malavella se vivió la proclamación de la República, la Guerra Civil, la retaguardia republicana, la entrada franquista, la represión posterior y el final de la Segunda Guerra Mundial. En todos los casos, lo que hacían las personas era luchar por su propia supervivencia".

El escritor lamenta que aunque en los últimos años se ha "recuperado parte de la memoria republicana, todavía hay agujeros negros increíbles, como que no haya ni una placa de recuerdo a los que fallecieron en el hospital de Vichy Catalán o que no haya ningún monumento recordando a los marineros italianos, como sí lo hay en Maó (Menorca), donde estuvieron antes de Caldes".

Muy contento con las primeras impresiones que ha provocado la novela en sus lectores; con el hecho de que ya se haya hecho una reedición de 5.000 ejemplares y de que esté prevista su traducción al castellano, francés, italiano y otras lenguas en negociación actualmente, Rafel Nadal avanza que está escribiendo de nuevo, que no le teme a la página en blanco.

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