EN UN MUSEO DE PITTSBURGH
Los restauradores del Museo Carnegie de Historia Natural se encontraron algo inesperado cuando rehabilitaban la escultura 'mensajero árabe atacado por leones'.
Esta pieza, que se dio a conocer en la Exposición Universal de París de 1867 y elaborada por el naturalista Edouard Verreaux, escondía en su interior un cráneo humano, según informa el diario TribLive.
"El maniquí es puramente un maniquí ... excepto por el cráneo," dijo Gretchen Anderson, restaurador del museo. "Es por eso que el rostro humano es tan preciso". La hipótesis es que esa calavera pertenezca a uno de los cuerpos que se amontonaban en la époxa en las catacumbas de París.