EL GOYA PERDIDO
Manuela Mena, jefa de Conservación del siglo XVIII y de Goya del Museo del Prado, lo descubrió El cuadro permanecía en los almacenes del Museo de Zaragoza. Era un cuadro más, cubierto de polvo y suciedad, imposible de apreciar a simple vista los detalles.
Todos creían que la pintura podía ser obra de Bayeu, pero era una simple hipótesis. Fue entonces cuando la conservadora propuso trasladar el cuadro al Museo del Prado y limpiarlo para examinarlo y certificar el valor de la pintura. Cuando los trabajos de limpieza y restauración terminaron, descubrieron que se encontraban ante un Goya desconocido.