Coronavirus Cataluña
Con un recital de arias y dúos se ha inaugurado la nueva temporada de ópera del Liceo de Barcelona. Se ha seguido el protocolo de seguridad anti-covid, incluido el bloqueo de butacas dejando sin ocupar una vacuna a cada lado del espectador y también. delante y detrás.
Empleados y público han acudido con mascarilla y a la entrada se les ha tomado la temperatura para evitar contagios de coronavirus.
Una página insólita en los 173 años de historia del coliseo barcelonés, uno de más prestigiosos del mundo. Tras seis meses de su cierre debido a la pandemia del coronavirus el Gran Teatro ha levantado el telón con la mitad del aforo donde los espectadores han accedido de manera escalonada a la función
de la soprano Sondra Radvanovsky y el tenor Piotr Beczala programado para las 18.00 horas.
Los espectadores han tenido que acudir a partir de las 16.30 al recinto, así como respetando la distancia de seguridad en la cola de acceso, con el uso obligatorio de las mascarillas y utilizando el gel hidroalcohólico en los dispensadores dispuestos en la entrada al edificio.
La institución ha adquirtido máquinas termográficas, otras de ozono para la desinfección, dos nuevos climatizadores, equipos de protección (EPI) y geles hidroalcohólicos.
Entre las medidas se ha inhabilitado el guardarropas, no hay programa de mano y el servicio de bar estará limitado.
El uso de las mascarillas es obligatorio para todos, excepto para los solitas, es decir, tanto el coro como los músicos de la orquesta deberán usarla, excepto los de instrumentos de viento.
El Liceo espera conseguir un espacio cultural seguro durante el coronavirus.