Lina Morgan
Se cumplen ocho años del fallecimiento de la vedette. Ahora, el teatro La Latina nos enseña sus rincones más secretos.
Apariciones en revista, televisión y teatro. Lina Morgan se convirtió en una vedette muy querida por todos los españoles. Conquistaba a la audiencia consiguiendo millones de espectadores cada vez que aparecía en televisión. Y el teatro fue su modo de vida. Para Morgan subirse a las tablas era pura pasión. Así, consiguió el aplauso de sus fans, que noche tras noche disfrutaban de ella y de su arte.
Con sólo 13 años, entró a formar parte de una compañía de teatro infantil y completó sus estudios con clases de danza española. En todas sus producciones, el humor estaba muy presente y muchos la admiraban precisamente por eso.
Cuando se cumplen ocho años del fallecimiento de la vedette, recordamos lo que a muchos les enamoró: sus canciones, sus producciones teatrales; incluso, el teatro que le vio crecer como empresaria: el Teatro La Latina; del que fue propietaria desde 1978 hasta 2010.
Las fuentes más cercanas a Lina Morgan hablan de un patrimonio que ronda los diez millones de euros. Una cifra aproximada que nunca se ha podido confirmar. Ni su persona más cercana, Daniel Pontes, su chófer, ha querido hablar de ello durante estos años.
Pontes, se convirtió en la persona más cercana de Lina. Incluso, era el único que conocía la grave enfermedad por la que pasó: cáncer de garganta. Esta cercanía le convirtió en su único tutor legal, lo que supuso velar los intereses de la actriz y también ser el heredero universal.
A pesar de ello, en muchas ocasiones, Pontes ha desmentido que él haya heredado dicho patrimonio. Alude a que no ser el heredero directo, le obligaría a pagar el 70% de la cantidad a Hacienda. Es por eso, por lo que nunca ha querido saber nada de esa cantidad.
En Antena 3 Noticias hemos tenido acceso a los rincones mejor guardados del Teatro La Latina, el teatro del que Lina Morgan fue dueña hasta 2010.
En uno de los espacios, se puede apreciar lo que se conocía como la antesala. "Aquí Lina Morgan recibía a sus invitados antes de una función. La hemos conservado tal cuál la dejó ella. Es la única estancia del teatro que está idéntica", explica Jesús Cimarro, actual director del teatro.
En las paredes se puede apreciar un tapizado de color granate "que sólo se conserva en esta sala. Lo hemos dejado por respeto a ella", cuenta Cimarro rodeado de cuatro paredes aterciopeladas, cinco sillas color rojo y unos cuadros que la vedette dejó allí hasta el final de sus días.
Además, la antesala conecta directamente con su despacho. Una gran puerta de color marrón claro con una mirilla "para que el secretario de turno pudiera ver si la visita que llegaba a la antesala era discreta o indiscrita", cuenta Jesús entre risas.
El palco de Lina Morgan estaba junto a la antesala. Desde allí, la actriz podía no sólo ver los espectáculos; sino también disfrutar de las reacciones del público. Tal y como se puede ver en el vídeo de la parte superior, el actual director del teatro, explica que la silla de Lina Morgan "se sitúa junto a una columna, porque eso le daba cierta privacidad".
Jesús Cimarro, también fue gran amigo de la actriz. "Ella me pidió un velatorio discreto. Pero incumplí esa promesa", explica. Decidió organizar una capilla ardiente a la que acudieron cientos de seguidores de la actriz, además de grandes personalidades del mundo del espectáculo.