PUDO HABITAR DURANTE EL PERIODO CUATERNARIO
Las obras de acondicionamiento en una terraza fluvial del río Bujero, afluente del Pisuerga, en la localidad de Villabermudo de Ojeda (Palencia), han sacado a la luz restos de un elefante prehistórico que pudo habitar esta zona durante el periodo cuaternario.
En concreto, los fragmentos descubiertos corresponden a una defensa de marfil de un proboscídeo joven, posiblemente del género Elephas, según han informado en un comunicado los investigadores de la Unidad de Arqueología de la IE University, con campus en Segovia, que ya han comenzado a estudiar los restos.
Los arqueólogos y antropólogos de IE coinciden en que el estudio pormenorizado de los fragmentos de marfil fósil de este mamífero prehistórico contribuirá a un mayor conocimiento de la diversidad de la fauna que pobló este enclave del norte de Palencia durante la época cuaternaria.
El director de la Unidad de Arqueología, Cesáreo Pérez, ha asegurado que no es frecuente encontrar restos de animales extintos en esta zona de la península ibérica, a pesar de que los descubrimientos de huesos, dientes y defensas suelen ser frecuentes en sedimentos fluviales.
A falta de un análisis más detallado de los restos, los expertos han señalado ya que la edad del elefante prehistórico de Villabermudo puede situarse entre los 750.000 y 10.000 años. Además este elefante es un antepasado lejano del elefante actual, que es la cumbre en la evolución de los proboscídeos que aparecen en la fauna europea a principios del Pleistoceno.
La edad del elefante puede situarse entre los 750.000 y 10.000 años
Según han explicado los arqueólogos, hace unos 130.000 años, durante el periodo del Pleistoceno, el río Burejo discurría unos metros por encima del nivel actual y formaba una extensa llanura aluvial que favorecía el crecimiento de una abundante vegetación. Esta riqueza natural era muy atractiva para todo tipo de animales, algunos ya desaparecidos en Europa como los proboscídeos o rinocerontes, y otros actuales como el caballo, el ciervo o el lobo. Cuando el cauce principal del río Burejo se desbordaba, las inundaciones cubrían el terreno de una capa de arena, arcilla y limos.
En un momento del periodo cuaternario, el elefante prehistórico quedó enterrado bajo la arena y gravas en una de estas terrazas ubicadas en las vertientes del río Pisuerga. La aparición de los restos de un proboscídeo joven en una terraza del río Burejo abre la puerta a nuevos estudios.
En este sentido, la Unidad de Arqueología de IE University investigará si hay evidencias de ocupación humana en la zona, que se puedan relacionar con los hallazgos paleolíticos de época Achelenses-Musterienses de otra terraza cuaternaria del Pisuerga cercana a esta del río Burejo.