Lotería
En 2020, el primer año de la pandemia, se jugaron en España 6.771 millones de euros, lo que supone un descenso del 33,2 % frente a los 10.220 millones de euros de 2019, algo que ha venido acompañado de la pérdida de 45.000 puestos de trabajo en el sector, según la décima edición del Anuario del Juego en España.
El informe, emitido por el Consejo Empresarial del Sector del Juego (CeJuego) y elaborado por Antonio Oviedo, sociólogo y miembro del Instituto de Política y Gobernanza de la Universidad Carlos III de Madrid, culpa de este descenso a la covid-19, ya que la caída se ha concentrado principalmente en el juego presencial, un 37 % menos con respecto al año anterior.
Este descenso no ha podido compensar el aumento del juego "online", que creció un 13,7 %.
Oviedo define a este sector como una actividad "bastante estable", ya que normalmente son unos 6,6 millones de personas las que participan en juegos de entretenimiento en España, un número que el año pasado se redujo a casi la mitad, 3,8 millones.
El sociólogo ha pedido a las administraciones "no satanizar el juego" y ha recordado que el gasto en juego supuso en 2020 el 0,6 % del PIB, dos puntos por debajo del peso que suele tener en un año normal.
Según el anuario, el juego en España da empleo de manera directa a 85.361 personas, de las cuales más de 47.000 trabajan en el sector del juego privado.
En total genera unos 175.000 empleos cada año, algo que en 2019 se redujo a unos 130.000, la mayoría de ellos (38.000) relacionados con la hostelería.
La mitad de los empleados de las empresas de juego de entretenimiento estuvieron en ERTE durante el estado de alarma.
No obstante, el sector se está recuperando y ha añadido que las ventas de instituciones de juego como las Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) y ONCE son mejores que las del año 2020, pero aún así se registran descensos que estima en un 15 % con respecto a 2019.
"2020 ha sido un año durísimo", ha lamentado el director general de CeJuego, Alejandro Landaluce, que ha pedido normativas que defiendan a la vez los derechos de los jugadores y los de las personas vulnerables porque "hay muchas caras detrás de este sector que merecen un respeto y una defensa".
El Ministerio de Consumo encabezado por Alberto Garzón ha aprobado varias normativas que limitan la publicidad del juego en varios soportes, a lo que se han unido varios comunidades autónomas con leyes específicas.