CONCURSO DE PELUQUERÍA CANINA DE FANTASÍA
La peluquería canina no conoce límite y si se trata de caracterizar a las mascotas como personajes de cuento las fronteras son aún más difusas. Desde Winnie the Pooh hata Mi pequeño Pony de color rosa con pestañas postizas, se trata de arte de salón de peluquería.
Los peludos participantes de este concurso de peluquería canina de fantasía celebrado en Los Cisnes, en el estado de Kent, son en su mayoría caniches debido a su buen carácter y a sus capas de pelo fácilmente moldeables.
Los colores provienen de tintes vegetales y para lograr las formas deseadas se usan moldes. Los organizadores insisten en que todo está debidamente regulado para asegurar que ningún animal se vea perjudicado con la transformación estética.
Finalmante, el galardón de la competición resultó un perro dragón galés que desplegaba sus alas con gracia.