Manualidades
El verano es la época en la que más tiempo pasan los pequeños de vacaciones, por lo que hay que buscar actividades que los distraigan cuando las altas temperaturas no permiten salir de casa.
El verano está para divertirse y quiénes más entienden de eso son los más pequeños de la casa. Los casi tres meses de vacaciones de los que disfrutan los estudiantes dan la posibilidad de hacer muchas actividades diferentes y de vivir todo tipo de aventuras, tanto dentro como fuera de casa, para llenar las innumerables horas de ocio.
Hay padres a los que les toca trabajar en la época estival. Algunos tienen la suerte de contar con el apoyo de abuelos, tíos o familiares que se hacen cargo de los menores, pero hay otros progenitores que se las tienen que ingeniar para que los niños y niñas pasen el verano lo mejor posible y se distraigan.
La opción de llevarlos a un campamento o a algún centro en el que los menores puedan estar con otras personas de su edad durante las jornadas laborales de sus padres, son un respiro para muchos de ellos.
Asimismo, cuando todos los miembros de la familia tienen descanso, un buen plan es hacer manualidades con los niños para pasar las horas en casa. Al hacer manualidades se desarrolla la creatividad y además, se inculca el amor por el medioambiente al realizar manualidades con materiales reciclados o que se pueden reciclar y darles un segundo uso útil.
Para realizar este tiempo de manualidades basta con los materiales que se tengan en casa sin tener que gastar dinero. Además, se puede dejar volar la imaginación o buscar inspiración en redes sociales, revistas infantiles o en portales de internet.
Para hacértelo más fácil, aquí te indicamos cómo hacer algunas manualidades creativas con materiales reciclados.
Con una caja de cartón pequeña de forma cuadrada y varios cilindros de cartón, sobrantes del papel higiénico, se puede montar un portalápices. Lo primero que habría que hacer sería pintar y decorar las piezas de cartón y la caja en función del gusto y las preferencias de los más pequeños de la casa. Una vez que la pintura ya se haya secado, se pueden pegar todas las piezas, quedando los huecos para depositar los lápices, pinturas o rotuladores en el interior.
Los niños año tras año necesitan cambiar el calzado porque se les va quedando pequeño. Antes de tirar esas botas que ya no usan desde invierno, se pueden convertir en un macetero en el plantar flores que decoren el balcón o el jardín de la casa.
Con una botella de agua de plástico de medio litro se puede hacer una original hucha en forma de cerdito para que los más pequeños introduzcan sus ahorros en ella. Tan solo hay que hacerle una abertura de unos 2 centímetros en el lateral de la botella, una vez que esté vacía. Luego, pintarla de color rosa y dibujarle los ojos, la nariz (para la que se usará el tapón de la botella) y la boca del cerdito. Finalmente, se pegarían por debajo otros cuatro tapones de otras botellas para dar estabilidad a la hucha.