OBK reinventa sus grandes éxitos a ritmo dance
Almodóvar presentaba sus ‘Tacones lejanos’. Freddie Mercury moría. Terminator aprendió a decir aquello de "sayonara bay" y mientras en medio mundo arrasaban los vaqueros a la cintura, en nuestro país sonaba esta canción: "Historias de amor".Compuestas en el salón de su casa, con un órgano casi de juguete, Jordi y Miguel creaban OBK. 'Era uno de esos ordenadores Casio, blanco. Ahí nació todo', nos dice Jordi Sánchez.
Salvo ellos pocos creían en su música. Las críticas más feroces se cebaron en su particular voz. 'Muchos creían que éramos un grupo de un disco', dice Miguel Arjona.
Pero el tesón les hizo no desfallecer. La recompensa: 400.000 copias vendidas de su primer disco. Amor, sufrimiento, venganza y pasiones diversas aderezadas con el tecno más bailón. Incondicionales, sus fieles no faltan en ninguno de sus conciertos: pura energía, alejados de la imagen blandengue que puedan transmitir. 'La esencia de OBK es el sentimiento de nuestras canciones', dice Jordi.
20 años después sus canciones siguen forman parte del menú sonoro en muchas fiestas.Los chicos del tecno se resisten a abandonar la pista.