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'El Chico de las Estrellas' es la primera novela de Christian Martínez Pueyo (Madrid 1994), conocido como Peter Pan (@ChrisPueyo) en las redes sociales. A sus veinte años tenía claro que quería escribir una novela porque "hay un momento en que alguien tiene que volverse valiente mientras los demás se quedan mirando"
'El Chico de las Estrellas' parte de la historia de un niño que nunca vivió más de dos años seguidos en la misma casa y decidió pintar las paredes de sus habitaciones con estrellas. Su rechazo al colegio y a una familia inusual le empujan a un viaje por su yo interior.
El relato cuenta con distintos personajes descritos con precisión onírica y frescura:
'El chico de las estrellas': "Cada vez que El Chico de las Estrellas empieza algo, comra un cuaderno del color que quiere que tenga ese algo. Tiene muchos comienzos pero muy pocos algos terminados".
'La dama de hierro': "La Dama de Hierro perdió sus miedos hace demasiado tiempo, tanto que en su casa no entran ni los suyos ni los míos. Lleva ganándole guerras a este mundo muerto donde los sueños llegan descalzos y despeinados a Ninguna Parte desde el franquismo de piedra".
'El chico más guapo del mundo': "¿Sabes por qué El Chico Más Guapo del Mundo siempre caminaba a mi izquierda? Para no dejar de rozarme el corazón".
'La chica del reloj de pulsera': "La Chica del Reloj de Pulsera cena berenjenas, por alguna extraña razón le dan miedo las películas de miedo. Corre rápido, donda sangre y viaja con las manos llenas de ayudar. África en el corazón, pero no es Nelson Mandela".
'Lady Madrid': "Lady Madrid apareció en ese momento en que alguien viene a cambiar tu vida. Se conocieron en clase de teatro, y cuatro años después ( o lo que dura el instituto) se enamoró de él".
El libro está lleno de versos poéticos que describen las relaciones sentimentales de su protagonista en un mundo convulso de sensaciones que no acaba de entender:
"¿Cuando dejó el amor de ser un juego entre dos personas para ser una batalla contra los demás?. Aparentemos que no me hace Navidad entre las piernas. Verao en la boca. Y feliz a mí. Que mi amor es enfermedad... Pero no me han visto la cara al pensarte. Ni la risa de salir corriendo. El mundo quiere verle arder. A ver si me coges".