ELABORADA CON JAZMINES DEL SUR DE FRANCIA
Chanel Nº 5 fue la primera que se elaboró mezclando flores con sustancias químicas. Ese mismo proceso se sigue realizando, actualmente, en el sur de Francia.
En Grasse, un pequeño pueblo en la provenza francesa se cosechan unas flores muy especiales, los jazmines que otorgan su aroma al mítico perfume Chanel Nº 5.
Son las tierras de los Mul. Una familia que lleva más de 20 años cosechando, con extremo mimo, esta flor que después pasa a ser procesada y convertida en este genuino perfume que nació en 1921.
Fue el perfumista Ernest Beaux el que lo creó para Gabrielle Coco Chanel. El nombre surgió de forma muy práctica. La diseñadora tuvo que elegir entre cinco esencieros diferentes y ella se quedó con el quinto.
Al principio se distribuía sólo entre las clientas de esta sofisticada firma francesa. Pero con el tiempo, más que un simple perfume, se convirtió en un icono. Artistas como Andy Warhol favorecieron su comercialización pero también lo hicieron rostros tan sugerentes como el de Marilyn Monroe que aseguraba que para dormir sólo vestía unas gotas de este perfume, después Catherine Deneuve y posteriormente Nicole Kidman.
Con Keira Knighley y Audrey Taotou la firma abrió otras vías de comercialización hacia un público más joven.
Actualmente es una de las esencias más populares de la historia y un éxito de ventas. Es el ejemplo de una fragancia por las que no pasa el tiempo.