PARA TRATAR LA PROBLEMÁTICA
La ministra de Educación, Isabel Celaá, ha convocado a los editores de libros de texto a una reunión el próximo miércoles para conocer de "primera mano" los problemas actuales del sector. Celaá ha anunciado la reunión en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros después de que este jueves la Asociación Nacional de Libros de Enseñanza (Anele) denunciase los "mecanismos bastardos" que usan las comunidades autónomas para que los libros de texto "digan lo que ellos quieren y no lo que la ciencia dice".
La portavoz del Gobierno ha dicho que los problemas que tienen los editores son "una derivada indeseada de la Lomce que habló de asignaturas troncales, de libre configuración, específicas y que hizo proliferar de forma desmesurada todos los libros de texto". La ministra ha defendido volver, "y así lo haremos cuando se apruebe la ley que tenemos en marcha", al reparto "que funcionó bien" con la Logse.
Según esa norma, el 65 % de currículum lo elegía el Ministerio y el resto las comunidades sin lengua propia, mientras que en las que sí la tienen, el Gobierno central diseñaba el 55 % de los contenidos. "Ese reparto vino funcionando bien desde el año 1990 y queremos que siga funcionando bien, aceptando que las comunidades autónomas son Estado también y tienen un espacio para completar el currículum general que emana del Ministerio", ha señalado la titular de Educación. Celaá ha explicado que hay un solo sistema educativo que tiene sus variantes en las 17 comunidades, aunque "menos que el alemán, el suizo o el canadiense", y ha destacado la importancia de cuidarlo y salvaguardarlo "porque es un tesoro y nos permite mantener una cohesión de Estado".
La portavoz ha reiterado que se reunirá la semana que viene con los editores "para conocer de primera mano que dicen ahora porque hace meses dijeron que no había ningún tipo de problema en los libros de texto". Precisamente, este viernes Ciudadanos ha pedido la comparecencia de Celaá en el Congreso para que explique las "presiones políticas" de todas las comunidades autónomas denunciadas por los editores para modificar los libros de texto.
Los editores comentaron que, por ejemplo, Canarias quería que "desaparecieran los ríos" de los textos, Cataluña que el exconde de Barcelona Wilfredo el Velloso fuera "Wilfredo el Piloso y que no se hable de los Reyes Católicos" y Andalucía protestó por un libro de música que no incluía el tambor rociero, entre otras.
A este asunto también se ha referido este viernes el sindicato CSIF, que ha asegurado que "la Alta Inspección del Estado tiene la obligación por ley de controlar los contenidos curriculares que se imparten en las comunidades". El sindicato ha lamentado los intentos de los gobiernos autonómicos de "falsear la realidad" y ha responsabilizado de esta situaciones a la falta de un Pacto de Estado de Educación que regule el sector tras criticar que desde el inicio de la democracia ha habido siete normas educativas