RECHAZO A LA MORATORIA HASTA 2015
El Parlament ha ratificado la prohibición de las corridas de toros en Cataluña a partir del 1 de enero de 2012, al quedarse solo, defendiendo una moratoria de tres años, el PPC, que ha abierto una guerra de cifras sobre las indemnizaciones a pagar por el cese de las actividades taurinas.
Un año después de que el Parlament aprobase por ley prohibir las corridas de toros en Cataluña a partir de 2012, la cámara catalana ha revivido el debate sobre esta cuestión merced a una proposición de ley del PPC que proponía aplazar la prohibición hasta el 1 de enero de 2015.
El diputado del PPC encargado de presentar la proposición, Rafael Luna, ha argumentado que en plena crisis económica, con unos 700.000 catalanes en paro, la Generalitat "no puede permitirse el lujo innecesario" ni el "capricho" de pagar indemnizaciones por la prohibición de las corridas de toros.
Luna estima que la indemnización pública se situaría en una horquilla de entre 300 y 500 millones de euros, teniendo en cuenta a todos los profesionales que trabajan en la Monumental de Barcelona.
A excepción de los tres diputados de Ciutadans, que han ido más allá al presentar una proposición de ley para revocar la prohibición de las corridas de toros, el resto de grupos parlamentarios -CiU, PSC, ICV-EUiA, ERC y Solidaritat- han dado la espalda a la propuesta del PPC: sólo 20 de los 135 diputados han apoyado la moratoria.
Acusaciones al PPC de exagerar la realidad
Por parte de CiU, grupo en el que algunos de sus diputados en 2010 votaron en contra de la prohibición de las corridas de toros, el diputado Josep Rull ha acusado a Luna de "espantar" a la gente alertando de indemnizaciones astronómicas que no son reales, ya que "en el peor de los casos se cifrarían en miles de euros".
Rull ha destacado lo "absurdo" de plantear compensaciones por un siglo entero, hasta el año 2109, compensando a "toreros que aún no han nacido o no saben ni remotamente que serán toreros".
El diputado de ERC Oriol Amorós ha criticado del mismo modo a Luna, a quien ha propuesto que, si tan preocupado está por el coste público de prohibir los toros, defienda el fin de las millonarias subvenciones al toreo.
Más discretamente ha intervenido el socialista Jordi Terrades, cuyo grupo votó mayoritariamente en contra de la prohibición de los toros el año pasado, pero que hoy se ha distanciado del PPC. "El PSC no contribuirá a reabrir permanentemente este debate en función del oportunismo político y electoral del momento", ha dicho.
Pese a las críticas, Luna ha prometido seguir batallando, con la inclusión en el programa electoral del PP de que los toros sean declarados bien de interés nacional.