SE PRESENTABAN 240 PARTICIPANTES
Con dos pares de narices.... y dos paladares, debería ser más fácil catar un vino que con uno solo, pero no siempre es así. El concurso de cata por parejas, que este año cumple su cuarta edición, ha demostrado lo subjetiva que es la ciencia de desnudar el alma de un vino.
Se les pedía a los concursantes averiguar la zona de origen, las variedades de uva empleadas, la añada, la denominación de origen, el productor y hasta el nombre comercial del vino. Una cata ciega tremendamente complicada. Nadie dio una respuesta totalmente correcta pero las que más se aproximaron fueron las de Ángel Layos y José Luis Alonso. Por lo tanto ellos fueron los ganadores de los 15.000 euros del primer premio.
Ellos mejor que nadie saben que para tener una nariz y un paladar tan fino hay que catar muchas copas de vino... y utilizar la cabeza. Durante la cata tuvieron que hacer una pausa para comer y para beber agua natural porque, de lo contrario, no iban a ser capaces de acertar nada.Todos los sentidos han de estar alerta: Vista, olfato, gusto.. y oído para escuchar lo que las historias que nos cuenta un buen vino.