Carnaval
Arranca el concurso de murgas del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, una competición entre agrupaciones musicales en las que hay que demostrar humor, talento y afinación. No pasan desapercibidos los atuendos de las murgas, para los que también hay premio, de modo que el colorido y la imaginación se convierten en un protagonista más.
Anoche en el Parque Santa Catalina de la capital grancanaria no cabía ni un alma. Miles de personas se agolparon para disfrutar de las letras y las sátiras de las murgas grancanarias. Las primeras en pisar el escenario fueron Las Despistadas, la única murga femenina que el año pasado lograba un puesto en la final. A continuación, unos veteranos, Los Chancletas, que cumplen ya 40 años de carnaval.
Una agrupación llegada del barrio de La Isleta, el barrio carnavalero por excelencia de Las Palmas de Gran Canaria. Tras ellos, Declaradas, Fisgonas y Las Traviesas.
Después fue el turno de Los Alborotados, que salían a concursar por primera vez. Lo hacían disfrazados de payasos y con un ingenio y unas voces que dejaban claro que llegan para quedarse. Les seguían Chismosos, que no se olvidaron de llevar a escena un emotivo recuerdo a los incendios que asolaron la isla el pasado mes de agosto. Como broche final, Los Serenquenquenes, ganadores de la pasada edición.