ARTE EN LA CALLE
Tienen que saber tocar -al menos- diez canciones distintas, cambiar de posición cada 45 minutos para que los vecinos no se harten del mismo repertorio y por supuesto... nada de playback.
Éstas son algunas de las reglas que deben cumplir los músicos callejeros en Bilbao, donde existe una precisa ordenanza que regula esa actividad y que incluye que no se pida directamente la propina a los paseantes.