Abrigos, capas, vestidos de noche y de cóctel. Son 35 obras de arte, piezas de museo pero hechas de tela. Son un total de 35 vestidos de alta costura firmados por el maestro Cristobal Balenciaga.
Sonsoles Díez de Rivera disfrutó no solo de su ropa sino también de su amistad. "Era una persona elegante, exquisito en su manera de vivir, en su manera de comer, en todo", afirma Sonsoles, vicepresidente de la Fundación Balenciaga.
El modisto era discreto y elegante tal y como lo eran sus creaciones. Nunca hizo una entrevista en 50 años de carrera, 50 años en los que se consagró en tierras francesas, París.
Creador de tejidos y volúmenes, amaba la perfección y la modernidad. Cuando en el 68 llegó la ropa pret a porter, él decide retirarse y cerrar. Hoy, su obra le sobrevive y se puede contemplar en las salas del museo de bellas artes de Bilbao.