TRAS LOS TRABAJOS DE RESTAURACIÓN
Lo que hasta ahora se había considerado una imitación del cuadro 'Virgen de la granada' (1487) de Sandro di Filipepi, más conocido como Botticelli (1445-1510), ha resultado ser una obra auténtica del autor, según han constatado los expertos de la organización de conservación del patrimonio English Heritage.
Después de limpiar la pieza y de retirarle el barniz amarillento que la había recubierto durante más de un siglo, los conservadores determinaron que se trata de pintura obra original proveniente del estudio florentino del venerado artista italiano. Los técnicos, liderados por Rachel Turnbull, se valieron de rayos X, estudios con infrarrojos y análisis de pigmentos para descubrir que la pintura del siglo XV es auténtica. Turnbull confirmó este hallazgo después de culminar la investigación y tras consultar con expertos del museo Victoria&Albert.
"Estilísticamente era demasiado parecido para ser una imitación, era del periodo correcto, técnicamente era correcto y estaba pintado en madera de álamo, un material comúnmente utilizado en la época", señaló la experta como indicios que le sugerían la autenticidad del cuadro. En 1897 el magnate del diamante Julius Wernher adquirió la pintura -de la cual existe una versión original más grande que está expuesta en la galería Uffizi de Florencia- en la que puede verse a la Virgen con el niño Jesús en brazos rodeados de ángeles.
Se asumió que se trataba de una imitación de un artista desconocido porque los detalles eran distintos a la obra expuesta en la ciudad italiana y por la gruesa capa de barniz amarillo que la recubría ocultando su calidad. Esta 'Virgen de la granada' se expondrá a partir del próximo 1 de abril en la mansión Ranger's House en Greenwich (sureste de Londres).
Reconocido como uno de los artistas más importantes de todos los tiempos, Botticelli, pese a su fama en vida, fue olvidado durante más de 300 años, y no fue hasta mediados del siglo XIX cuando su obra se redescubrió poco a poco por el movimiento británico de los prerrafaelitas. Esta corriente tomó su nombre del rechazo hacia la pintura posterior a Rafael y sus miembros prefirieron inspirarse en un pasado pictórico arcaico, más próximo a la naturaleza.