PERTENECE A UN MATRIMONIO
La primera pieza llegó por casualidad, durante un viaje por Tanzania, un Massai se encaprichó del reloj de Alberto. Pronto llegarían muchas más. Algunas del siglo XV y otras anteriores, con más de 2.500 años de antigüedad.
Piezas de barro convertidas en urnas funerarias, vasijas, o elementos rituales que componen la mayor colección de arte africano del mundo.
Por primera vez todas las piezas se expondrán juntas en 'Reflejos del África subsahariana', que ya se pueden ver en Valladolid.