EN SIETE MUNICIPIOS CATALANES
Asociaciones animalistas se han infiltrado este verano en las localidades donde tradicionalmente se celebran los 'correbous'. Quieren denunciar el maltrato que sufren las reses.
En el llamado 'bou embolat', el fuego se prende a las astas del toro. Aseguran que esto es algo atroz, se quedan ciegos y sufren terribles secuelas.
Otra de las denuncias muestra a los corredores propinando patadas y golpes al toro para excitar al animal. Algo totalmente prohibido por el reglamento. Una normativa que también prohíbe la presencia de menores de 14 años. Y que es algo que se repite a diario según los antitaurinos.
Los defensores de la fiesta insisten en que la ley se cumple a rajatabla. Joan Curto, el alcalde de Camarles,dice que existe "un respeto mútuo entre aficionado y toro".
Con imágenes que muestran el sufrimiento del animal, las entidades piensan presentar 11 denuncias en siete municipios catalanes.
Los vecinos aseguran que "ni se pincha, ni se maltrata al toro" y que "es una tradición muy arraigada".
El parlamento blindó los 'correbous' con una ley, el objetivo proteger la tradición. Ahora con estas secuencias, los animalistas quieren demostrar que no se respeta al animal y que el reglamento no se cumple.