CINCO PERSONAS A LA SEMANA
La cueva de Altamira, situada en Santillana del Mar (Cantabria) volverá a recibir visitantes de forma experimental tras doce años para analizar el impacto de la presencia humana antes de decidir de forma definitiva sobre la reapertura, según ha anunciado en el Patronato.
Estas visitas serán de cinco personas a la semana, para dar continuidad a los estudios que se están realizando sobre el estado de la cueva, y en agosto se conocerán los resultados que servirán para decidir si en el futuro Altamira puede recibir visitas de manera continuada.
Estas visitas se llevarán a cabo en base a un protocolo y controles muy estrictos, de modo que los visitantes deberán llevar la misma vestimenta y calzado que usan los investigadores. Además, se establecerán parámetros como la estancia en cada zona de la cueva y la iluminación, con el fin de minimizar el posible impacto de la presencia humana en su interior.