COVID-19
'The Lancet' publica los síntomas asociados al covid persistente, entre los que están incluidos los problemas respiratorios, la fatiga y la pérdida del gusto o el olfato.
Un nuevo estudio holandés publicado por 'The Lancet' asegura que la prevalencia del Covid persistente sería en uno de cada ocho infectados, aproximadamente un 12,7%. La diferencia de esta investigación con respecto a otras es que compara la frecuencia o intensidad de los síntomas relacionados con el coronavirus con los que presenta la población no infectada. Además, en el caso de los infectados, han podido observar cómo evolucionaron esos síntomas en el tiempo para establecer los más frecuentes en el caso del Covid persistente.
La información proviene de una investigación sobre Covid-19 vinculada a 'Lifelines', un gran estudio multigeneracional que incluye a más de 167.000 participantes de la población del norte de los Países Bajos. Los datos recopilados en un periodo de 16 meses proceden de 24 sondeos periódicos con preguntas específicas sobre la covid realizados entre abril de 2020 y julio de 2021.
El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Groninga, compara los datos de 4.231 participantes con covid y 8.462 participantes no infectados como grupo de control. De los adultos que tuvieron la enfermedad, el 21,4% experimentó al menos un síntoma nuevo o de forma más intensa de tres a cinco meses, después de confirmar su infección, en comparación a antes del diagnóstico. Frente al 8,7% de las personas no infectadas valoradas en el mismo periodo de tiempo. Esto se traduce en que uno de cada ocho pacientes covid (12,7%) siguen experimentando síntomas a largo plazo.
Gracias a que se pudo analizar los síntomas antes y después de la infección, ha permitido identificar según los autores, los principales síntomas de la covid persistente: dolor torácico, dificultad y dolor para respirar, dolor muscular, pérdida del gusto y el olfato, hormigueo en las extremidades, dolor de garganta, la sensación alterna de calor y frío, pesadez en brazos y/o piernas, y cansancio general. A pesar de ello, según los autores se han identificado como potencialmente relevantes otros síntomas no incluidos en las encuestas, como la llamada 'niebla mental'.
Intensidad estabilizada a los tres meses
Del estudio holandés publicado en 'The Lancet' podemos extraer que los principales síntomas registrados fueron dolor torácico, dificultad para respirar, dolor al respirar, dolor muscular, pérdida del gusto y/u olfato, hormigueo en manos y pies, nudo en la garganta, sensación alterna de frío y calor, pesadez en las extremidades y cansancio general.
La severidad de estos síntomas se estabilizó a los tres meses después de la infección, sin que disminuyera su intensidad. Otros síntomas que no aumentaron significativamente de tres a cinco meses después de un diagnóstico de covid-19 incluyeron dolor de cabeza, picazón en los ojos, mareos, dolor de espalda y náuseas.
Según la primera autora del estudio, asegura que "al observar los síntomas en un grupo de control no infectado y en individuos antes y después de la infección por SARS-CoV-2, pudimos explicar los síntomas que pueden haber sido el resultado de aspectos de salud de enfermedades no infecciosas del pandemia, como el estrés causado por las restricciones y la incertidumbre".
No obstante, los autores reconocen algunas limitaciones en el estudio. Debido al periodo de los sondeos, solo incluyó pacientes adultos infectados con la variante alfa o anteriores del SARS-CoV-2 y no tiene datos de personas infectadas durante el período en que las variantes delta u ómicron causaban la mayoría de las infecciones. Los investigadores también matizan que, debido a la infección asintomática, la prevalencia de covid-19 en este estudio podría estar subestimada. Por otro lado, la mayoría de los datos se recopilaron antes de la campaña de vacunación, por lo que la muestra de población vacuna fue demasiado pequeña. Otra limitación de este estudio es que se llevó a cabo en una región específica, con una población muy concreta.