puede suponer un gran avance en este campo
La alergia al cacahuete es la causa más común de anafilaxis, una reacción alérgica que amenaza la vida, y una de las causas más comunes de muerte por alergia a los alimentos. Tras varios meses de análisis, unos investigadores australianos han hecho un gran avance en el tratamiento de esta alergia en niños.
Mimi Tang, un inmunólogo y alergista, fue pionero en un nuevo tratamiento que combina un probiótico con la inmunoterapia oral de cacahuete, conocido como PPOIT. En lugar de evitar el alérgeno, el tratamiento está diseñado para reprogramar la respuesta del sistema inmunológico a los cacahuetes y desarrollar una tolerancia.
48 niños se inscribieron en el ensayo PPOIT y se les dio, aleatoriamente, una combinación del probiótico Lactobacillus rhamnosus que, o contenía proteína de cacahuete en cantidades crecientes, o un placebo, una vez al día durante 18 meses.
Dos tercios de los niños tratados con el tratamiento de inmunoterapia experimental se han curado de su alergia y persistió hasta cuatro años después del tratamiento.
"Estos niños han estado comiendo cacahuetes libremente en su dieta sin tener que seguir ningún programa particular de ingesta de cacahuetes en los años posteriores al tratamiento", dijo la investigadora principal, la profesora Mimi Tang.
Al final del ensayo original en 2013, el 82% de los niños que recibieron el tratamiento de inmunoterapia se consideraron tolerantes a los cacahuetes, en comparación con sólo el 4% en el grupo placebo.
Cuatro años más tarde, la mayoría de los niños que obtuvieron tolerancia inicial todavía comían cacahuete como parte de su dieta normal y el 70% pasó una prueba de desafío adicional para confirmar la tolerancia a largo plazo.
Tang dijo que los resultados fueron emocionantes y que había cambiado la vida de los participantes. "La forma en que yo lo veo es que tuvimos niños que llegaron al estudio alérgicos a los cacahuetes, teniendo que evitarlos en su dieta, siendo muy vigilados en ese aspecto y al final del tratamiento, e incluso cuatro años después, muchos de estos niños tienen superada esa intolerancia.
Si esto se confirma por estudios clínicos más amplios, la esperanza es que este tratamiento puede tener un impacto en otras alergias alimenticias entre los niños.
"Este es un gran paso en el tratamientos de otros problemas de alergias alimentarias en las sociedades occidentales", dijo Tang.