AUMENTA LA BASURA ESPACIAL
Así, la basura espacial que orbita la Tierra suma, hasta el 31 de marzo de este año, un total de 16.683 escombros. Por 'basura espacial' se entiende la cantidad de satélites activos o inactivos que han sido lanzados o bien bajados de sus órbitas para ser hundidos en el mar, así como cohetes espaciales antiguos y en funcionamiento, y demás objetos procedentes de la fragmentación de residuos, generados por ejemplo en explosiones.
De manera desglosada, de estos 16.683 cuerpos espaciales que rondan el planeta, la antigua Unión Soviética (definida como Comunidad de Estados Independientes) se mantiene como la que mayor cantidad de basura desecha al espacio, con un total de 6.170 objetos; seguida de Estados Unidos con 5.042 y de China con 3.746.
Mientras, la Agencia Espacial Europea (ESA) sigue siendo la entidad que menos objetos emite al espacio, con 94 cuerpos, de los cuales 47 proceden de explosiones y 47 son cohetes, cuerpos y demás escombros.
Además, hay países que independientemente de la agencia espacial a la que pertenezcan, también envían y 'tiran a la órbita terrestre' aparatos espaciales. Así, sería el caso de los 503 franceses, los 211 que tiene Japón, los 170 indios, o los 741 de 'otras' naciones, según se desprende de este informe de la NASA.
El programa de la NASA encargado de controlar la basura espacial es el 'U.S Space Surveillance Network' (SSN). La iniciativa la desarrolla el Gobierno de Estados Unidos y tiene como principal objetivo detectar, controlar, catalogar e identificar estos objetos hechos por el hombre y que orbitan alrededor de la Tierra.
Asimismo, se encarga de predecir cuándo y dónde caerá un objeto de nuevo en la Tierra, cuál es su posición en el espacio, detectar nuevos cuerpos residuales en el espacio y a qué país pertenecen, además de informar a la NASA si estos objetos interfieren con la estación Shuttle.
Las agencias espaciales de todo el mundo están cooperando en investigar los residuos espaciales, y la iniciativa Clean de la ESA, lanzada en 2012, tiene como objetivo desarrollar la tecnología para recuperar y retirar de forma segura la basura espacial.
La pasada semana, representantes del Departamento de Defensa de Estados Unidos hablaron ante la Cámara de Representante del Comité de Ciencia y Espacio para alertar sobre la necesidad de concienciar acerca de esta 'suciedad' espacial. "Los desechos orbitales no son ciencia ficción. Es un problema cada vez mayor y lidiar con su aumento no será fácil", apuntó en su discurso el representante Eddie Bernice.
Por su parte, el exastronauta George Zamka recordó durante su intervención su experiencia con desechos orbitales durante las misiones del transbordador espacial. "Durante mis dos vuelos espaciales, volamos hacia abajo y hacia atrás para evitar que las ventanas del transbordador espacial fueran golpeadas por ataques de estos escombros", relató. Con estos testimonios, se pretende que el Congreso estadounidense apruebe políticas relacionadas con la gestión del tráfico espacial.