Por Roberto Brasero
Durante este 2019 hemos asistido a un momento crucial en la lucha contra ese grave problema que afronta nuestro planeta y al que hasta ahora nos referíamos como cambio climático o calentamiento global. A partir de ahora ya no es solo un cambio sino una emergencia a la que nos enfrentamos: no es un calentamiento del clima sino una crisis climática. Y todo ello, sin que en el clima haya ocurrido nada especialmente distinto.
El planeta ya no puede esperar más: Esto ya es una emergencia
Es más, está ocurriendo lo de siempre: Aumenta la temperatura media de la Tierra un mes tras otro; aumentan las emisiones de C02 en la atmósfera… Sin novedad en el frente. Y precisamente por eso, porque sigue pasando lo de siempre sin que al final pase nada es por lo que a partir de ahora, el cambio se trasforma en crisis… y a ver si así pasa algo. Los científicos nos dicen que nos quedamos sin tiempo para reaccionar, que el planeta ya no puede esperar más: Esto ya es una emergencia. Y,¿qué es lo que está ocurriendo y ante lo que no hacemos nada? ¿Y qué podemos hacer?
Radiografía del planeta
Ocurre que la temperatura media de la Tierra es cada vez más alta y que ese incremento no se explica atendiendo solo a causas naturales como en los cambios climáticos de otras épocas. Los climatólogos, en una amplia mayoría, calculan que la temperatura media del planeta hoy es ya 1,1ºC superior a la de la era pre-industrial.
El último lustro, de 2015 al 2019, ha sido el más cálido registrado desde 1850. El pasado mes de junio fue el más cálido en todo el globo terráqueo desde esa fecha y en julio ocurrió lo mismo. Paralelamente siguen creciendo las emisiones de Gases de Efecto Invernadero, causantes principales de este calentamiento. En 2018 la concentración global de C02 fue de 407,8 partes por millón, 2,2 ppm más que en 2017. Y los datos preliminares de este año en curso permiten afirmar que acabaremos con una concentración de 410 ppm de C02 en la atmosfera: La más alta alcanzada en la historia reciente.
¿Qué se puede hacer?
Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) es esencial para rebajar el calentamiento global y los científicos de Naciones Unidos han sido muy claros en su último informe: Para mantener el incremento de la temperatura por debajo de los 2ºC habría que multiplicar por 3 el esfuerzo de reducción de emisiones que estamos haciendo ahora. Para frenar el incremento en 1,5ºC, que sería lo deseable, ese esfuerzo tendría que multiplicarse por 5.
En el fondo de todo esto hay una buena noticia: Si el hombre, por primera vez en la historia de nuestro planeta, es responsable de un cambio climático, también puede estar en nuestra mano evitar sus consecuencias más drásticas. La mala noticia es que los países que más GEI emiten, los principales responsables del calentamiento, no parecen muy dispuestos a hacerlo.
El planeta ya no puede esperar más: Esto ya es una emergencia
¿Quién emite más?
China ocupa el primer puesto en el ránking de países que más C02 emiten a la atmósfera: el 29%. Casi un tercio del total mundial sale de territorio chino. Le sigue Estados Unidos con el 14%. La actual hoja de ruta para reducir esas emisiones y frenar el calentamiento global es el Acuerdo de París de 2015. Pues bien, China no lo firmó y EEUU lo abandonó tras la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
Además de este cómputo total, hay otra manera de medir lo que cada país aporta al calentamiento: Las emisiones per cápita, es decir, dividas por el número de ciudadanos. En este ranking, los Estados Unidos superan a China con 16 toneladas de C02 por ciudadano y año frente a las 7 toneladas de cada chino. La India, que ocupa el tercer lugar en emisiones totales, solo tiene ratio de 1,8 por ciudadano. En España ese índice es de 5,9 toneladas de C02 por ciudadano y año: Aquí también tenemos mucho por hacer.
Consecuencias del calentamiento
El último estudio que nos permite vislumbrar cómo sería la vida un plantea inhóspito nos habla de nuestros océanos futuros. Es el que ha publicado el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) el pasado mes de septiembre. En él, los científicos nos cuentan que el aumento de la temperatura global está directamente relacionado con la pérdida de hielo en las zonas congeladas del planeta –la criosfera- y que ese deshielo acelerado está provocando una subida del nivel del mar en los océanos.
Durante el siglo XX, con casi un grado de más de media en la Tierra, la elevación del mar ha sido de 16 cm. Pero si la temperatura aumenta otro grado más de aquí al 2100 la elevación podría ser de otros 80 cm y llegar a finales de este siglo con un metro más del nivel del mar. Demasiada subida para tan poco tiempo.
Fenómenos severos que en el pasado se producían una vez cada 100 años podrían tener periodicidad anual a finales de este siglo, nos recuerda el IPCC. Y podemos reparar además en que, con una temperatura y una acidez mayor, la producción de nutrientes en los mares se vería dificultada y las capturas de pesca reducidas hasta en un 30%, según el pronóstico del IPCC. Pero además, un planeta que se caliente y cuyas zonas heladas se derriten a mayor velocidad tendrá consecuencias incluso más inmediatas para quienes viven en esas partes del mundo: 4 millones de personas habitan la región ártica, otros cientos de miles viven y beben de los glaciares. Un Ártico que cada vez tiene menos hielo y unos glaciares que, directamente, desaparecen.
Testigos del cambio
Somos testigos del cambio cuando decimos que la primavera o el otoño ya no existen, que en mayo hace calor de verano o incluso en octubre
Somos testigos del cambio cuando viajamos en verano por Europa y nos encontramos con un calor como nunca había conocido nuestro continente: Las olas de calor de este año en Alemania y Francia o la del año pasado en Reino Unido han sido relacionadas directamente con el calentamiento global por la Organización Meteorológica Mundial. Somos testigos del cambio cuando decimos que la primavera o el otoño ya no existen, que en mayo hace calor de verano o incluso en octubre: En España el verano dura ahora 5 semanas más que hace 40 años, según la Agencia Estatal de Meteorología. El cambio climático no es algo que vaya a pasar de golpe en el futuro. Es algo que ya está pasando. Somos testigos del cambio y en Antena 3 lo seguiremos siendo para contarlo