Un seguimiento exhaustivo y cercano del paciente depresivo garantiza un tratamiento efectivo que se traduce en una reducción de los intentos de suicidio en un 30%.
En España el suicidio es la segunda causa de muerte entre personas de entre 15 y 40años. Haber realizado una tentativa y padecer trastornos depresivos van de la mano.
El proyecto europeo contra la depresión, que ha comenzado a desarrollarse en Barcelona hace especial hincapié en un seguimiento hospitalario diario, una visita al psiquiatara que siga la evolución del paciente tras recibir el alta y un plan terapéutico especializado.
El proyecto europeo presta especial atención a los jóvenes. La depresión en los menores se manifiesta a través de la irritabilidad, apatía y falta de concentración. Requiere un tratamiento diferente al de los adultos basado más en la atención diaria y personalizada que en los fármacos, además la depresión infantil es más difícil de detectar porque los chavales no manifiestan su malestar y no acuden al médico.
El plan contra la depresión que se desarrolla en países europeos habla de la depresión como una enfermedad que se cura si previamente se ha sabido tratar.