EN REINO UNIDO
Quién les iba a decir a John y Lesley Brown, un humilde matrimonio inglés cuyo sueño era convertirse en padres, que su empeño por conseguirlo se convertía en el mayor hito en la historia de la medicina reproductiva en el siglo XX.
El 25 de julio de 1978 nacía el fruto de la perseverancia de estos padres y la habilidad de tres profesionales, Robert Edwards (Premio Novel de Medicina 2010) , Patrick Steptoe y Jean Purdy, la mundialmente conocida como 'niña probeta', Louise Brown.
La pequeña recién nacida tuvo que someterse a 60 pruebas para asegurar que gozaba de buena salud y constatar así el triunfo de la fecundación 'in vitro', para sorpresa de los más escépticos de la época.
Este gran acontecimiento generó un amplio debate en los círculos médicos y religiosos y muchos se opusieron a este tipo de intervención del hombre en los "procesos naturales". Así, el nacimiento de la pequeña Louise no fue bien recibida por todos, considerando que la fecundación 'in vitro' es un método no ético y hasta peligroso.
Sin embargo, Louise Brown está actualmente casada, tiene dos hijos, concebidos de forma natural, y lleva una vida corriente en Bristol (Reino Unido). En 2015, con 37 años, Louise publicó su autobiografía, donde confesó que hasta los 10 años se sintió diferente debido a su origen, algo que fue olvidando conforme surgieron más y más niños concebidos de la misma manera. De hecho, cuando su hermana Natalie nació cuatro años después, ella ya era la cuadragésimo “bebé probeta” del mundo.
Durante estas cuatro décadas de fecundación 'in vitro' (FIV), más de seis millones y medio de bebés han llegado al mundo gracias a esta técnica
Cuarenta años después del nacimiento de Brown, sus padres, John y Lesley, ya no están en este mundo para ver en lo que se ha convertido el FIV, pero han dejado para la historia un legado imborrable.