Un portavoz de la entidad ha comunicado que desde ayer no se detectan ni lava ni emisiones de ceniza en la superficie del volcán y ha agregado que la nube que cubre la zona se compone de vapor de agua.
Desde las autoridades islandesas han agregado que es "un poco prematuro para declarar la erupción por concluida" y han añadido que un eventual cese de las actividades no garantiza que no vaya a haber otra erupción.
El Eyjafjallajökull entró en erupción el pasado 14 de abril, y en los primeros días provocó graves perturbaciones en el tráfico aéreo europeo, que se han vuelto a reproducir de forma intermitente en todo el continente.