MIENTRAS SE CUMPLAN UNA SERIE DE CONDICIONES

¿Se puede generar vida en el espacio o en otro planeta? Los científicos tienen la respuesta

Los científicos aseguran que es posible que un cadáver pueda proporcionar la chispa de la vida en otro planeta, ya que los microbios de un cuerpo humano pueden sobrevivir en el espacio, especialmente en un mundo como Marte.

Ya se sabe que la vida en el espacio puede causar estragos en el cuerpo humano, pero ¿cómo podría el cuerpo humano dejar su huella en el cosmos?. Los científicos dicen ahora que es posible que el cadáver de un humano pueda proporcionar la chispa de la vida en otro planeta.

Mientras las condiciones sean las 'ideales', un cuerpo humano que logre evitar la incineración en la atmósfera y aterrizar en un mundo distante podría transportar microbios o incluso actuar como el 'pack de arranque' para la aparición de la vida.

En virtud de un determinado conjunto de circunstancias, los microbios transportados por un cadáver humano podrían ser capaces de sobrevivir en el espacio, especialmente en un mundo como Marte, según explica un biólogo de la Universidad Estatal de Louisiana, Gary King, en una entrevista con la revista Astronomía.

La investigación, que estudia la vida de los microbios en ambientes extremos, señala que estos organismos están preparados para vivir en condiciones muy duras, como en el espacio. "Estamos hablando de organismos que sobrevivan alrededor de un millón años", asegura King, "sobre todo si el viaje es en algún lugar cercano, como a Marte, donde las esporas bacterianas del cuerpo humano sobrevivirán a ciencia cierta".

Los científicos creen que los microbios ideales serían los Deinococcus radiodurans, que pueden "sobrevivir a los bajos niveles de agua y a las altas cantidades de radiación ionizante". Sin embargo, el éxito en su transporte dependería de tres factores principales: la protección del cadáver, su almacenamiento y el tiempo de vuelo del cadáver.

El cuerpo tendría que ser encerrado en una nave espacial o algo similar para que los microbios sobrevivan al paso por la atmósfera, y para que puedan propagarse después del aterrizaje, la nave tendría que agrietarse. Junto con esto, sería necesario, que se mantengan las temperaturas de congelación anteriores que permitirían agua líquida o liofilizada.

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