Virus
¿Es posible que un virus 'escape' de un laboratorio en la actualidad como ocurrió con la viruela? Los expertos responden.
En 1978, Janet Parker, una fotógrafa británica, falleció por viruela. Fue la última víctima de esta enfermedad. Lo más dramático es que su muerte pudo evitarse. Se debía a una fuga de laboratorio.
Janet trabajaba en el departamento de anatomía de la Escuela de Medicina en la Universidad de Birmingham. Justo en el piso superior, un laboratorio investigaba con el virus de la viruela. Por un fallo de seguridad, el virus debió escapar a través de los conductos de ventilación, llegando al espacio de trabajo de Janet. No existe otra explicación lógica para su contagio.
Para completar el drama, Hendry Bendson, el científico responsable del laboratorio, se suicidó mientras Janet agonizaba. No fue capaz de soportar su sentimiento de culpa.
¿Puede ocurrir esta fuga en la actualidad?
Hablamos de unos hechos que sucedieron hace exactamente 45 años. ¿Puede pasar esto en la actualidad? ¿Ha mejorado lo suficiente la seguridad para garantizar que un virus no pueda escapar de un laboratorio?
Para contestar a esta pregunta, visitamos un laboratorio de seguridad Nivel 3 situado en el Centro de Investigaciones Biomédicas de la Universidad de Vigo. "Es muy improbable", señala la bioquímica y bióloga molecular de CINBIO. De hecho existen estrictos protocolos detallados de todo lo que debemos hacer tanto en el acceso, como a la salida en los laboratorios que están construidos para evitar cualquier tipo de fugas "y el personal que trabajamos dentro tiene una rigurosa formación para saber en todo momento qué tiene que hacer" por lo que las posibilidades de error son "escasas".
Incluso, si dejásemos accidentalmente las puertas abiertas "algo imposible, porque no pueden abrirse simultáneamente" la presión negativa provocaría que la corriente de aire fuese de fuera a dentro, sin riesgo de fugas.
El riesgo 0 no existe pero podemos tener la tranquilidad de que los laboratorios actuales nada tienen que ver con los de los años 70. Si se respetan los protocolos establecidos no existe peligro de fuga de virus en los actuales laboratorios de alta seguridad.