SEGÚN UN ESTUDIO PUBLICADO EN LA REVISTA NATURE

Los primeros humanos pudieron llegar a Norteamérica hace 130.000 años y no hace 15.000, como se creía

El hallazgo en un yacimiento de San Diego de unos restos de mastodonte datados de hace 130.000 años cuyos huesos y dientes fueron manipulados con herramientas determina que alguna "especie de homínidos ya vivían en Norteamérica 115.000 años antes de lo que se esperaba".

Los primeros humanos pudieron llegar a Norteamérica hace 130.000 años, es decir, 115.000 años antes de lo que se creía hasta ahora, según un estudio del Museo de Historia Natural de San Diego, en Estados Unidos, que publica la revista Nature.

Este nuevo dato se basa en el hallazgo en un yacimiento de San Diego de unos restos de mastodonte datados hace 130.000 años, cuyos huesos y dientes fueron cortados con herramientas manejadas por humanos, como martillos y yunques.

El equipo dirigido por Thomas Deméré llegó a esa conclusión tras examinar los restos fósiles de un mastodonte y herramientas de piedra halladas en 1992 en el yacimiento arqueológico del Pleistoceno tardío 'Cerruti Mastodon', situado en la costa del condado de San Diego, al suroeste de Estados Unidos.

El análisis determinó que una especie no identificada de homínidos estuvo asentada en esa zona del norte del continente americano en esa época. Las teorías que manejan los investigadores apuntan a que podrían ser poblaciones tardías de Homo erectus, Neandertales u homínidos de Denísova.

Hasta ahora, los expertos estimaban que los primeros humanos llegaron a Norteamérica hace 15.000 años, pero los avances tecnológicos ha permitido constatar que los huesos del citado mastodonte (Mammut americanum) tienen una antigüedad de en torno a 130.000 años. "Este descubrimiento está cambiando nuestro conocimiento sobre cuándo llegaron los humanos al Nuevo Mundo. Las pruebas halladas en este yacimiento indican que alguna especie de homínidos ya vivían en Norteamérica 115.000 años antes de lo que se pensaba", destaca en un comunicado Judy Gradwohl, presidenta y consejera delegada del Museo.

Entre las pruebas analizadas figuran varios fragmentos de huesos que presentan fracturas con forma de espiral, lo que indica que fueron partidos cuando aún estaban frescos, así como restos de molares del mastodonte con señales de impactos efectuados con objetos pesados. Deméré y sus colegas también detectaron en cinco grandes martillos y yunques de piedra la huella de impactos que no pudieron ser causados por procesos geológicos, sino por la acción de aquellos primeros humanos.

El hecho de que los huesos y piezas dentales del mastodonte fueron encontrados junto a las herramientas y la manera en que estaban distribuidos en torno a los yunques, llevó a los investigadores a deducir que los fósiles fueron manipulados en ese yacimiento. "Cuando descubrimos este lugar por primera vez, encontramos numerosas evidencias físicas que situaban a humanos junto a megafauna extinta de la Edad de Hielo. Desde entonces, los avances tecnológicos no han permitido confirmar con más certeza que los primeros humanos llegaron aquí antes de lo que creíamos", explica Deméré.

La ausencia de colágeno en los huesos les había impedido datar los restos con métodos de radiocarbono, pero nuevas técnicas con uranio-torio les ha llevado a fijar su antigüedad en unos 130.000 años, con un error de más/menos 9.400 años. En ese periodo, concluyen los expertos, ya había humanos en Norteamérica con destreza manual y conocimiento experimental para usar herramientas de gran tamaño y extraer la médula ósea de los huesos de grandes animales.

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