Preocupación por la llegada, por primera vez, a la Antártida de la gripe aviar: "Causa gran mortalidad"

Preocupación entre la comunidad científica por un virus que supone una nueva amenaza para la que no existe una cura y causa una "gran mortalidad". La gripe aviar ha llegado a la Antártida y pone en riesgo a los pingüinos y a las aves cormoranes.

El Instituto Milenio Biodiversidad de Ecosistemas Antárticos y Subantárticos de Chile ha confirmado que se han verificado hasta la fecha 9 infecciones.

La investigadora Juliana Vianna, en declaraciones recogidas por Noticias Caracol ha explicado que la gripe aviar "causa gran mortalidad. Hay muchas especies, pero la mortalidad es muy variable de especie a especie y, dentro de cada especie, también de individuo a individuo. Hay una diversidad genética, algunos pueden resistir el virus y otros morir".

Los expertos insisten en que es fundamental realizar trabajos de monitorización constantes porque advierten, esta gripe también afectaría a mamíferos marinos.

Ya en febrero Científicos del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) confirmaban la presencia de la gripe aviar en el continente blanco.

Hasta esa fecha el virus se había encontrado en dos muestras de skuas (págalos) muertas, que fueron halladas por científicos argentinos en las proximidades de la base antártica argentina 'Primavera'.

Los análisis, que consistieron en PCRs específicas para el virus de la gripe y el subtipo H5, demostraron "de manera concluyente" que las aves estaban infectadas con el subtipo H5 de gripe aviar y al menos una de las aves muertas contenía el virus altamente patogénico de la gripe aviar.

Este hallazgo permite "estar preparados" para evitar la transmisión de la infección por medios humanos y, sobre todo, evitar el contagio de las personas.

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