NASA
La carrera por transportar al ser humano al espacio podría ser una realidad en un futuro lejano, siendo incluso más económico que los cohetes actuales.
Hoy en día, el sueño de llegar al espacio con un ascensor es solamente una visión, pero no es imposible. En un futuro no cercano, un ascensor espacial podría trasladar a seres humanos, satélites y otras cosas de forma mucho más económica que los cohetes actuales.
Prácticamente nadie se plantea la pregunta, todavía sin responder, de si algún día existirá un material que permita construir un cable de tantos kilómetros como el que se necesitaría. Dominik Schaefer explicaba acerca de la posibilidad de que algún día se consiguiera esto diciendo que ''lo importante es poder utilizar lo que hemos aprendido sobre física e informática''.
La mentalidad de los estudiantes de tecnología aeroespacial de Stuttgart es hacer posible lo imposible. ''Un ascensor espacial que funcione supondría un nuevo capítulo para la navegación espacial'', sentenciaban. Para el equipo de Yoshio Aoki, de la universidad japonesa de Nihon, es de vital importancia fortalecer la comunidad científica internacional. ''Estamos aquí para compartir nuestras ideas'', decía Darren Coste, miembro de su grupo. ''Para poder llegar a construir el elevador tendrán que colaborar muchas personas de todo el mundo''.
Construcción del ascensor espacial
Se calcula que por motivos físicos, la estación terrestre del ascensor espacial deberá estar situado en el ecuador y preferiblemente sobre el agua. Además de establecerse un perímetro de prohibición de vuelo. Según explica Tobias ortmann, vicejefe de proyecto del concurso de Garching, ''el problema es el material de cable. los cables de acero tienen sus límites en unos cuantos kilómetros, como muestran los puentes colgantes. Las esperanzas están puestas en el grafeno, un material laminar de átomos de carbono que es duro, flexible y conductor del calor y la electricidad''.
Desde hace tiempo, científicos, empresas y estudiantes de todo el mundo han investigado acerca de la posibilidad de un ascensor espacial, presentando distintos modelos e incluso atreviéndose a predecir que los primeros viajes se realizarían en 20 o 40 años. Incluso una empresa de Estados Unidos se propuso fabricar un elevador hasta la Luna, siendo la idea original del pionero espacial Konstantin Ziolkovski que, en 1895, se propuso lanzar ''una torre'' que llegase al espacio.
''La cuestión es si podremos conseguirlo en este siglo'', señala Martin Lades, del Consorcio Internacional para un Elevador Espacial (ISEC), que es más optimista y cree que tal vez en 2050 ya pueda funcionar.