UNA INVESTIGACIÓN DE DIEZ AÑOS
Lo intuíamos, pero ya está confirmado: el fondo del mar es un auténtico vertedero que acumula toneladas de botellas, bolsas de plástico, redes de pesca y toda clase de desechos de origen humano.
Un equipo internacional de científicos ha estudiado las profundidades del océano y ha localizado residuos a lo largo de todo el Mediterráneo, el Ártico y el Atlántico, desde la plataforma continental europea hasta la dorsal mesoatlántica (la cordillera submarina que divide el océano de norte a sur y que se encuentra a unos 2.000 kilómetros de la costa).
El estudio, dirigido por la Universidad de las Azores, y publicado en Plos One, es resultado de la colaboración de dos trabajos de investigación: el proyecto Mapping the Deep Project, liderado por la Plymouth University, y el proyecto europeo Hermione, coordinado por el National Oceanography Centre del Reino Unido.
La basura es un grave problema en el ecosistema marino, ya que algunos animales la confunden con comida y la ingieren. Los animales mueren ahogados por los microplásticos o por la desnutrición provocada por la obstrucción de sus estómagos.
Además, los corales y los peces pueden quedar atrapados en los aparejos de pesca y en las redes abandonadas, un fenómeno denominado 'pesca fantasma'. Para realizar el estudio, los científicos tomaron muestras en el Atlántico, el Ártico y el Mediterráneo en profundidades que van desde los 35 a los 4.500 metros.
Para hacer el muestreo, los investigadores lanzaban una red de malla fina y de cada captura clasificaban, por un lado la biomasa, y por otro, la basura, separándola a su vez por tipos: plástico, metal, cristal, aparejos de pesca, u otro tipo de basura.
Según el investigador del CSIC en el Instituto de Ciencias del Mar, Joan Company, la situación del Mediterráneo es "preocupante", ya que "en algunos puntos hemos extraído más basura que biomasa".
"Hemos hallado desde lavabos de cerámica enteros hasta la caja de la balsa salvavidas de un F-15 (un avión militar)", lamenta.
Según este investigador, gran parte de la basura llega al mar a través de los ríos, y después de pasar por la plataforma continental, desciende por el talud continental y se acumula en las zonas donde la pendiente es menor". El estudio traza el camino que pueden tomar los plásticos, desde su origen en tierra firme o en la costa, transportados a través de las plataformas continentales hasta aguas profundas.
Los investigadores explican que los cañones submarinos forman la principal conexión entre las aguas de la costa y el mar profundo. Son cañones que están localizados junto a las principales ciudades costeras, como el de Lisboa (Portugal) o el de Blanes (frente a la costa de Barcelona), que pueden canalizar los desperdicios directamente a aguas profundas de 4.500 metros.
Los científicos hallaron basura en todos los emplazamientos estudiados, siendo el plástico el material más común (40%), seguido de los aparejos de pesca (34%), vidrio, metal, madera, papel, ropa, vasijas y otros materiales sin identificar. "La gran cantidad de desperdicios que llega al fondo oceánico profundo es un grave problema" que exige emprender acciones para evitar que siga en aumento, advierten los investigadores.