El perro demostró ser algo más que una mascota en Melbourne, Australia. Dejando a un lado su propio instinto de superviviencia y la rivalidad natural entre perros y gatos, se quedó en el interior de una casa en llamas para salvar a cuatro pequeños felinos de un incendio.
Sucedió en una vivienda de donde afortunadamente toda la familia logró escapar junto con otra de sus mascotas excepto Leo, el perro, que se negó a salir de la casa para proteger a los gatos.
Posteriormente, no han sido pocas las historias de mascotas que salvan a sus dueños u otros animales en situaciones extremas. En Chile, un perro cruzó una autopista para rescatar a otro que había sido atropellado. Tras agarrar al animal, lo puso a salvo sorteando los vehículos.
Otro caso curioso que dio la vuelta al mundo, es el de un gato que presionó con sus patas el pecho de otro que había dejado de respirar. ¿Fue simple casualidad, un juego o realmente "supo" que necesitaba ayuda?
Estos animales están domesticados para ser dóciles amigos del hombre, pero no para dar su vida por nosotros o por sus semejantes. Pero, ¿por qué lo hacen?. ¿Es el resultado de un adiestramiento, o establecen algún tipo de vínculo con otros animales que les lleva a dejar de lado su propio instinto? El debate continúa abierto. ¿Qué mueve a estos animales a arriesgar sus vidas?.