La Tierra
Desde que La Tierra emergiera hace más de 4.500 miles de millones de años, son una gran cantidad de planetas los que le han rodeado años atrás. Entre ellos, Júpiter, que se erige en la actualidad como el planeta más grande de nuestro Sistema Solar formado por un núcleo rocoso y gaseoso.
Tras varios años de investigación, cada vez nos encontramos más cerca de averiguar cómo se formó dicho planeta, mediante los arduos y extensos estudios de la NASA que, a través de un análisis químico de los componentes de su atmósfera, está a punto de descifrar la formación de Júpiter.
Y es que, según sugiere la NASA estadounidense, existen muchos rumores de que el gigante planeta azul ha podido acrecentar su tamaño mediante la absorción de planetas más pequeños cercanos a él debido a su enorme potencia de atracción gravitatoria.
Cada vez estamos más cerca de desvelar cómo se formó Júpiter, el planeta más grande del Sistema Solar, gaseoso y con un núcleo rocoso. Ahora, la NASA, a partir de un análisis químico de los componentes que se encuentran en el interior de su densa atmósfera, ha podido acercarse a cómo fue su formación.
"Son datos muy singulares que solo podemos obtener con una nave espacial que orbita alrededor del planeta", sostiene Yamila Miguel, astrofísica de la Universidad de Leiden y autora del estudio.
¿Puede absorber Júpiter a La Tierra?
Tras esta hipótesis de la agencia aeroespacial estadounidense y desde la consideración en el año 2006 de Plutón como planeta enano, se han disparado las preguntas acerca de si Júpiter llegaría a ser capaz de absorber tanto al planeta enano, situado a más de 2.000 miles de millones de kilómetros de Júpiter, como a La Tierra.
De no haber absorbido esos planetas o rocas espaciales, se sugiere que Júpiter podría tener el mismo tamaño que La Tierra o que Marte. Además, se considera que el material rocoso del planeta gigante equivaldría a 30 veces a la masa de nuestro planeta. Es decir, que los materiales rocosos de La Tierra suponen un 9 % de la masa de Júpiter, una cifra realmente nimia que los expertos consideran que no será trascendental para el porvenir de nuestro planeta.
"Debido a que no podemos observar directamente cómo se formó Júpiter, tenemos que juntar las piezas con la información que tenemos hoy, y esto no es una tarea fácil", sentencia Yamila Miguel.