NASA
El jesuita vaticano Bob Macke será el encargado de analizar muestras del asteroide Bennu, uno de los más peligrosos que existen. Lo hará gracias a una máquina que ha creado él mismo. La NASA y el Vaticano colaboran así en un mismo proyecto espacial.
La NASA está colaborandocon los astrónomos de la Ciudad del Vaticano para analizar a Bennu, uno de los asteroides más peligrosos que hay y que podrían caer en el planeta Tierra. Sin embargo, las probabilidades que hay de que impacte son muy bajas: una entre 2.700 a finales del siglo XXII. De cualquier forma, la agencia espacial continúa observando muy de cerca al asteroide para comprender mejor la órbita en la que se mueve.
En el año 2016 se lanzó la misión de Osiris-Rex, que tenía como fin recolectar muestras de este asteroide. Cuatro años más tarde, la operación tocó brevemente la superficie de Bennu a través de un brazo robótico. Esto permitió la recolección de muestras de polvo y roca del asteroide.
Pero lo más sorprendente del acontecimiento astronómico está en el estrecho vínculo que prevalece entre religión y ciencia para estudiar el asteroide. La NASA ha conseguido las muestras de Bennu con la sonda OSIRIS-REx. Lo están analizando gracias a la colaboración del Observatorio Astronómico, un instituto de investigación científica que depende de la Santa Sede. El órgano superior que tiene como referencia es el Governatorio del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Bob Macke, un jesuita vaticano muy conocido por haber realizado estudios sobre meteoritos, es el astrónomo encargado de realizar el análisis de las muestras de la misión. Ha tenido la idea de crear un dispositivo capaz de estudiar la porosidad y la densidad de las rocas sustraídas de Bennu.
La máquina que ha desarrollado es un picnómetro. Se trata de un instrumento de medición que tiene un volumen predefinido empleado para conocer la densidad o el peso específico de un líquido a una temperatura concreta. Su acción la realiza mediante métodos gravimétricos.
El jesuita tiene un canal de Youtube donde comparte cómo va transcurriendo el progreso del proyecto y la forma en la que está construyendo el picnómetro. Macke ha incidido en que no recibe ni un solo beneficio económico en esta misión, pues asegura que su trabajo lo hace por vocación.
Pero el Vaticano no solo participa en la misión Osiris-Rex a través de la acción de Bob Macke. El Observatorio de la Santa Sede ha colaborado también con la Universidad de Arizona para investigar a Bennu mediante un telescopio de tecnología avanzada creado en la ciudad estadounidense de Tucson.
El objetivo final es conseguir hallazgos que revelen cómo y de qué material están formados los asteroides en el espacio. "Nuestro trabajo es examinarlo y descubrir qué hay allí. Estamos tratando de responder algunas preguntas básicas como, ¿hay más de un tipo de roca dentro? ¿O es todo el mismo tipo de roca? Por lo que vimos en la superficie del asteroide Bennu esperamos encontrar dos y tal vez más", explica Bob Macke a una publicación religiosa.