SEGÚN LA NASA Y NOAA
La temperatura global del 2016 se ha registrado como la más alta en su recorrido desde 1880, según los análisis realizados por la NASA y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA). Las cifras en 2016 superaron en 1.78 grados Fahrenheit (0.99 grados Celsius) a las apuntadas en mitad del siglo XX. Esto convierte al 2016 en el tercer año consecutivo en registrar un nuevo récord global tras alcanzar la media.
Las temperaturas del 2016 continúan alcanzando cifras elevadas, según los análisis realizados por los científicos del Instituto Goddard para Estudios del Espacio (GISS) de la NASA en Nueva York. Los científicos de NOAA concurren con el hallazgo de que el 2016 ha batido el récord del año más caluroso tras realizar un análisis independiente.
Debido a los continuos cambios que experimentan las diversas estaciones meteorológicas y a las prácticas de medición, existen incertidumbres sobre la interpretación de las diferencias específicas de la temperatura media global de un año a otro.
"No esperamos batir el récord cada año, pero la tendencia a superar las temperaturas es bastante clara", dijo el director del Instituto Goddard para Estudios del Espacio, Gavin Schmidt.
La temperatura media del planeta ha aumentado 2.0 grados Fahrenheit (1.1 grados Celsius) respecto al siglo XIX, un cambio producido por el incremento del dióxido de carbono y otras emisiones humanas en la atmósfera.
La mayor parte del calentamiento ha tenido lugar durante los pasados 35 años, habiendo ocurrido 16 de los 17 más calientes desde 2001. No sólo destaca el dato de que el 2016 ha sido el año más caliente, sino que 8 de los 12 meses del año - desde enero hasta septiembre, a excepción de junio - han batido el récord de los meses más calientes. Octubre, noviembre y diciembre de 2016 fueron los segundos más cálidos. En estos tres casos, el récord se encuentra por detrás del registrado en 2015.
La temperatura media del planeta ha aumentado 2.0 grados respecto al s.XIX
Según la NASA, fenómenos como El Niño o La Niña, que calientan o enfrían el Océano Pacífico tropical y causan variaciones correspondientes en los patrones globales de viento y tiempo, contribuyen a las variaciones a corto plazo sobre las temperaturas globales. El calentamiento de El Niño ocurrió durante la mayor parte del 2015 y en el primer tercio de 2016. Investigaciones estiman que el impacto directo del calentamiento de El Niño en el Pacífico tropical ha aumentado la temperatura global anual del 2016 hasta 0.2 grados Fahrenheit (0.12 grados centígrados).
Los cambios climáticos normalmente afectan a las temperaturas regionales, pero no todas las regiones de la Tierra han experimentado este récord del aumento de las temperaturas medias durante el año pasado. Por ejemplo, la NASA y NOAA averiguaron que la media anual de las temperaturas de 2016 en los 48 estados de Norteamérica contiguos es la segunda más caliente registrada.
Por otro lado, la Antártida ha experimentado su año más cálido, consistente con el nivel bajo de hielo marino encontrado en esa región durante la mayor parte del año, según la agencia.
Los análisis de la NASA determinan la medición de la temperatura media de 6.300 estaciones meteorológicas, observaciones sobre la temperatura de la superficie del mar basadas en buques y boyas, y mediciones de la temperatura de las estaciones en investigaciones antárticas.
Los científicos de NOAA usaron los mismos datos de las temperaturas en bruto, pero con un período base diferente, y métodos distintos de análisis de las regiones polares de la Tierra y las temperaturas globales.
GISS es un laboratorio dentro de la División de las Ciencias de la Tierra del Centro de Vuelos Espaciales de Goddard de la NASA (Earth Sciences Division of NASA’s Goddard Space Flight Center) en Greenbelt, Maryland. El laboratorio está afiliado al Instituto de la Tierra (Earth Institute) de la Universidad de Columbia y la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas (School of Engineering and Applied Science) en Nueva York.
La Antártida ha experimentado su año más cálido
La NASA monitoriza los signos vitales de la Tierra desde el aire, el espacio y la superficie terrestre con una flota de satélites, así como campañas de observación aéreas y terrestres. La agencia desarrolla nuevas formas de observación y estudio de los sistemas naturales interconectados de la Tierra con un registro de récords a largo plazo y con análisis a través de herramientas de los ordenadores para obtener una mejor visión sobre los cambios del planeta.
La NASA ha compartido este conocimiento obtenido sobre la comunidad global y trabaja con instituciones de los Estados Unidos y de todo el mundo que contribuyen a entender y proteger nuestro planeta.