Los drones se cuelan en los volcanes para mostrarnos las erupciones como nunca se habían visto

Es el Etna. Desde el año 1.600 se ha despertado 60 veces y la última ha sido la semana pasada. Los turistas se acercan a la lengua de lava arriesgando su vida por una foto irrepetible. Pero a lo largo del Planeta hay muchos volcanes activos que nos muestran cada día un espectáculo visual único y a la vez terrorífico.

Un 'time-lapse' del volcán Kilauea, en Hawai, recoge cientos de miles de fotografías tomadas frente a lava que arde entre 700 y 1.200 grados centígrados de temperatura. Aunque la imagen, del infierno en la Tierra, bien vale el esfuerzo.

Ahora también podemos ver a los poderosos volcanes a vista de dron. Así, volamos sobre uno de tantos los que salpican Islandia. Pero este tipo de vuelos no siempre sale bien. Un grupo de científicos perdió hasta tres drones devorados por el calor del cráter.

Hay otros grandes colosos escupiendo fuego como el Mauna Loa o el Monte Nyiriangongo en el Congo. Nunca antes habíamos podido acercarnos tanto a un volcán.

Ahora las nueva tecnologías nos desnudan la montaña. Aunque el ser humano siga prefiriendo asomarse al borde de las puertas del infierno.