SÍNTOMA DE LA CALIDAD DE SUS RELACIONES
Cuando un miembro de la manada de lobos deja el grupo, el aullido de los que se quedan no es un reflejo de la tensión sino de la calidad de sus relaciones, según concluyen los investigadores de un estudio de nueve lobos de dos manadas que viven en el Centro de Ciencias sobre el Lobo de Austria. Los hallazgos arrojan luz sobre el grado en que la producción vocal de los animales puede ser considerada como voluntaria, según los autores.
"Nuestros resultados sugieren que la relación social puede explicar más sobre la variación que vemos en el comportamiento de los aullidos frente al estado emocional del lobo", afirma Friederike Range, del Instituto de Investigación Messerli en la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Viena. "Esto sugiere que los lobos, en cierta medida, pueden ser capaces de utilizar sus vocalizaciones de una manera flexible", agrega.
En el Centro de Ciencias del Lobo, los trabajadores suelen sacar a pasear a los lobos con correa de uno en uno y, en esas ocasiones, los compañeros de manada que se quedan sin salir siempre aúllan. Para entender mejor por qué, Range y sus colegas midieron los niveles de la hormona del estrés de los lobos y recogieron información sobre el estado dominante de los lobos de la manada y sus compañeros preferidos.
Cuando sacaron a dar largos paseos individualmente a los lobos, los trabajadores del centro grabaron las reacciones de cada uno de sus compañeros de manada. Estas observaciones mostraron que los lobos aúllan más cuando un lobo que tiene una buena relación deja el grupo y cuando ese individuo es de alto rango social y que la cantidad de aullidos no se corresponde con los niveles más altos de la hormona del estrés cortisol.
"Nuestros datos sugieren que el aullido no es una respuesta de la tensión simple de la separación de allegados sino que se puede utilizar de manera más flexible para mantener el contacto y tal vez para ayudar a reunir a los aliados", concluye Range.