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Cincuenta años después de esa cuenta atrás que nos llevó a pisar la Luna, las teorías de quienes recelan o no se creen que esa gesta llegó a hacerse realidad siguen circulando. Según algunas encuestas recientes, entre el 10% y el 20% de la población mundial está convencida de que los vuelos a la Luna fueron un engaño. En este capítulo hablaremos de las pruebas que desmontan esas teorías que niegan el hito histórico.
Cuando Armstrong pronunció su célebre frase “un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad”, pocos podrían imaginarse que 50 años después quedaría duda alguna del logro.
Para muchos analistas, buena parte de estas dudas tienen la siguiente explicación: como los soviéticos habían lanzado el primer satélite artificial de la historia, habían enviado al primer hombre al espacio y realizaron el primer paseo espacial, los norteamericanos tuvieron que falsificar el alunizaje del Apollo 11 para evitar una mayor humillación para los Estados Unidos.
¿Por qué ondeaba la bandera?
El locutor de la televisión mostraba el punto en el que estaba previsto que alunizara el Apollo 11 con Armstrong, Aldrin y Collins a bordo. Primero descendió Armstrong y después Aldrin, mientras Collins se quedó en la cápsula controlando la misión. Ambos colocaron la bandera de los Estados Unidos sobre la superficie de la Luna. De las fotografías del momento se desprende esta pregunta: ¿por qué si no hay viento en la Luna parece que la bandera ondea?
“La bandera tenía una barra horizontal para mantenerla abierta porque no hay aire en la luna que la abra. Y así como los astronautas Buzz Aldrin y Neil Armstrong empujaban el mástil contra el suelo, tuvieron que torcer la bandera, tirar de un lado a otro, lo que hacía que pareciera que la bandera ondeaba con la brisa. Cuando dejaron de hacerlo, la bandera continuaría ondeando debido a algo llamado inercia, que es la tendencia de los objetos a permanecer en movimiento en el vacío del espacio”, explica Emily Drabek-Maunder, astrónoma del Real Observatorio de Greenwich, en Londres.
Otra de las cuestiones que se preguntan los más incrédulos es por qué no aparecen estrellas de fondo en las fotografías de Armstrong y Aldrin en la Luna. “La superficie de la luna es en realidad muy brillante, por lo que el polvo de la luna está reflejando la luz solar. Por eso, cuando se usa una cámara, hay que usar una velocidad de obturación determinada, muy corta. Por eso no pudieron capturar la tenue luz de las estrellas en el fondo”, afirma la astrónoma.
Por qué si el módulo lunar dejó un cráter al alunizar, en cambio no levantó polvo
Dudas recurrentes como la de por qué si el módulo lunar dejó un cráter al alunizar, en cambio no levantó polvo. “Si te fijas en el video del Apolo 11 tocando la luna, durante un tiempo la nave viajaba en posición horizontal a la superficie de la Luna, por lo que los propulsores no apuntaban hacia abajo y, por lo tanto, no levantaban el polvo. Después, cuando aluniza, si se ve polvo alrededor”, precisa Emily Drabek-Maunder.
El cine dio otras versiones
Buena parte de la culpa de que esos escepticismos se mantengan la tiene el cine. Destaca el thriller de ciencia ficción Capricornio Uno, dirigido por Peter Hyams y que se inspiró en esas dudas. La película, de 1977, contaba una fallida misión tripulada a Marte que la NASA, ante los problemas que impiden su lanzamiento, decide simular, enviando a los astronautas a un remoto lugar donde harán creer a todo el mundo que realmente están en el planeta rojo. Deben por supuesto, mantener el secreto, pero un periodista empieza a sospechar que hay gato encerrado ahí, y los propios astronautas se ven amenazados.
Las sombras de los astronautas en la Luna están hechas con focos en un estudio
A raíz de esa película, se han colgado en YouTube decenas de vídeos explicando distintas teorías que negarían este hito histórico. Otra de las preguntas con las que tratan de desmontar la gesta estadounidense sugiriendo que las sombras de los astronautas en la Luna están hechas con focos en un estudio.
“Ese mito en particular proviene de la fotografía de Neil Armstrong cuando ya está en la superficie de la luna. Se dio la vuelta para tomar una fotografía de Buzz Aldrin en el momento en que salía del módulo lunar. Ahí parece que hay iluminación artificial. La razón por la que esto ocurre es porque la superficie de la luna refleja la luz del sol. Así que todo el polvo en la superficie estará reflejando la luz solar. Por eso solo ilumina las sombras de la luna. Eso es principalmente porque la superficie de la luna no es plana. Y así, obviamente, los bultos en la superficie de la luna harán que las sombras se vean un poco extrañas”, explica la astrónoma.
Evidencias que confirman el logro
Para desmontar estas y otras teorías sirven las muestras de suelo lunar que trajeron a la Tierra los astronautas y también los testimonios de los miles de científicos que participaron en esta misión y en las que la sucedieron. Uno de ellos es el de Michael Collins, el compañero de Armstrong y Aldrin a bordo del Apollo 11. “Sentíamos el peso del mundo sobre nuestros hombros. Sabíamos que todos nos estarían mirando, amigos o enemigos. Y queríamos hacer lo mejor que pudiéramos, poner nuestro mejor pie adelante y eso requería mucho trabajo por nuestra parte”, afirma Collins.
Rocco Petrone era el director del lanzamiento ese 16 de julio de 1969. Su testimonio da cuenta de la incertidumbre y el esfuerzo que implicó esta misión: “esos pocos segundos del despegue fueron los únicos en los que yo me mostré más aprehensivo. Mis ojos estaban siempre pendientes de los astronautas. Si algo iba mal, estarían muertos”.
A los astronautas los trataron como héroes a su llegada a su regreso a la Tierra. Años más tarde también Obama les hizo su particular homenaje: “Pocas veces tengo el gran placer de dar la bienvenida a tres figuras icónicas, a tres héroes americanos genuinos".
Pero queda aún una cuestión por resolver; ¿por qué no se ha vuelto a enviar una misión tripulada a la Luna? La respuesta es sencilla; por dinero. La imagen de Armstrong descendiendo del Eagle costó casi 25.000 millones de dólares, gastados en un trabajo intenso durante una década.
La NASA aprobado un presupuesto enorme, todo el dinero que fuera necesario para derrotar a los soviéticos. Sin embargo, cuando cumplió el objetivo, el gobierno empezó a recortar el presupuesto dedicado al programa lunar. De hecho, deberían haberse lanzado otras tres misiones más después de la última, Apolo XVII (1972), pero se cancelaron por falta de fondos.